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Feliz, feliz, muy feliz...lástima que a los catalanes, el día de su patrono, nos hacen trabajar
Ya, pero es necesario vivirlo para poder opinar. Los libros vendidos no son cuestión de género, lo importante es leerlos y en esto no hay distinciones, de verdad. Lo siento, pero no es un simple asunto. Un saludo.Me resulta curioso que las feministas no se hayan tirado como lobas sobre este asunto. Y personalmente también me sorprende. Un libro para él. ¿Y para ella? Pues una rosa. ¿Para qué iba a querer ella un libro? Vale, que sí, que bueno, que son tradiciones y no hay que darle más vueltas, pero no deja de chocarme.
Lo de la rosa significa galantería.
En la leyenda, Sant Jordi mató al dragón que amenazaba a la población. Los del pueblo, con la intención de calmar al dragón decidieron sortear cada día a una persona que sería entregada a la bestia. El azar quiso que uno de los sorteos le tocara a la hija del rey. Cuando la llevaban al lugar del sacrificio, Sant Jordi que era un caballero con armadura, intercedió y mató al dragón con su espada. De la sangre derramada del dragón brotó un rosal de rosas rojas y una de ellas se la entregó a la princesa.
Lo del día del libro, es una simple coincidencia que se celebra en el mismo día y por tradición, y como contrapartida, la chica le regala al chico un libro.
Sólo es eso y no hay que buscarle tres pies al gato. Por eso las féminas no se rebotan en este asunto. No hay nada machista en ello.