P
PET
Habitual
Sin verificar
Quizá porque la vida te obliga a ser duro, o quizá porque las frecuentes noticias sobre accidentes te han hecho insensible a ese sufrimiento, lo cierto es que la muerte de muchas personas ya no espabila las conciencias como lo hacía cuando no existían las ondas de radio.
A lo que sin embargo nadie se acostumbra es a convivir con la muerte de niños pequeños, absolutamente indefensos, sumamente vulnerables y a quienes los inexcrutables designios del Señor han concedido poco tiempo para merecer.
Para todos ellos, el lacrimosa del Requiem del Maestro de Capilla del Paraíso, en la versión de Böhm dirigiendo lenta y magistralmente a la Wiener Philharmoniker y al Coro de la Ópera:
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A lo que sin embargo nadie se acostumbra es a convivir con la muerte de niños pequeños, absolutamente indefensos, sumamente vulnerables y a quienes los inexcrutables designios del Señor han concedido poco tiempo para merecer.
Para todos ellos, el lacrimosa del Requiem del Maestro de Capilla del Paraíso, en la versión de Böhm dirigiendo lenta y magistralmente a la Wiener Philharmoniker y al Coro de la Ópera:
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