De edulcorantes y no por suerte, sé un rato largo.
Los empleo, no precisamente para endulzar mi café que también , sino porque tengo un niño diabético y las pocas cosas dulces que se puede permitir, prefiero hacerselas yo controlando no sólo el índice glucémico del producto terminado sino cada uno de sus ingredientes para hacerlo lo mas equilibrado posible.
Además de los edulcorantes concentrados sacarina, aspartamo y ciclamato en sus diferentes versiones (líquido, granulado y pastillas), existen mezclas a medida del producto final para el que se precisen. No se emplea el mismo edulcorante para hacer un helado que un bizcocho, pues las altas temperaturas descomponen las moléculas del edulcorante alterando su sabor hasta hacerlo desagradable,por poner un ejemplo. La cremosidad de un helado sin azúcar es dificil de conseguir sin un mezcla determinada que ademas de aportar dulzor, haga la pasta elástica y no cristalice a bajo cero.
No olvidemos que las funciones de la sacarosa, no son solo endulzar, sino conservar,dar volúmen , textura y color a los preparados,cualidad de la que carecen todos los edulcorantes concentrados por si solos.
De ahí que se haga necesaria una mezcla para un excelente resultado final,en un producto elaborado.
Esto es, a los edulcorantes concentrados arriba mencionados, unir mezclas de polioles o polialcoholes (maltitol, sorbitol, lactitol....) que nos permitirán crear fórmulas estables, no solo en dulzor sino también en esponjosidad, volúmen y color (un bizcocho) , estabilidad (una nata montada) o cremosidad (un helado).
Así nuestros queridos "sin azúcar", pueden disfrutar de vez en cuando de uncapricho dulce sin que se les altere el nivel de glucosa en sangre.