
LavGnR
Novat@
Sin verificar
Buenas noches a todos,
Largo tiempo ha que sigo este foro en la sombra y, por fin, he decidido convertir la relación en bidireccional, de un lado, porque ahora que creo que, gracias en parte a vosotros, he aprendido un poco sobre la afición que nos ocupa, pudiendo aportar algo más que simple desconocimiento, y, de otro, como forma de agradecer las aportaciones que este foro brindan a muchos novatos como yo.
Soy natural de Chamberí (Madrid), y, más allá de los típicos relojes de comunión y de infancia, los cuales, lamentablemente, no conservo, no tuve relación con relojes hasta el 2017 aproximadamente, momento en el que mi padre me regaló un Longines Conquest cronógrafo de cuarzo con motivo de mi graduación universitaria.
A partir de ese día, no me quité el reloj nunca, acompañándome como un testigo infalible de viajes por el mundo, exámenes, bodas, borracheras, rupturas y demás vivencias, hasta el 2023, en que se quedó sin pila.
Durante el tiempo que lo dejé en el servicio técnico quise comprar sustituto que mantuviera el peso en la muñeca y empecé a investigar e informarme tanto en este foro como en youtube (Relojero MX, Big Ben Theory, etc).
Al final acabé comprando el siguiente Citizen Ecodrive en la creencia de que gastar mucho en tener dos relojes no tenía sentido, y que, cuando llegará el Longines, ya no necesitaría más… Ojalá se hubiera quedado ahí la cosa…
A colación de mi boda, que tuvo lugar 2024, investigué más y más para orientar a mi entonces novia, “necesitando” ora un diver, ora un reloj elegante…
Ambos cayeron rápido: el primero, un fantástico Seiko Prospex King Turtle special edition dark manta, que fue mi primer reloj automático, y cuyo precio me pareció en aquél momento escandaloso, y, el segundo, fue el Tissot Chemin des Tourelles que me regaló mi mujer con motivo de la pedida de mano y que lucí orgulloso el día de mi boda.
A partir de ahí, entre compras y regalos, me he plantado en 16 relojes, que ya iré enseñando por aquí para no dar la brasa.
Colección que nadie entiende, casi ni yo mismo, y, sin embargo, recuerdo cada ocasión especial en la que he usado un reloj, siendo cada uno de ellos, propio de una ocasión especial. El problema es que las ocasiones cada vez son mas variadas, y, por ende, la necesidad de un reloj apropiado también.
Un saludo!!
Largo tiempo ha que sigo este foro en la sombra y, por fin, he decidido convertir la relación en bidireccional, de un lado, porque ahora que creo que, gracias en parte a vosotros, he aprendido un poco sobre la afición que nos ocupa, pudiendo aportar algo más que simple desconocimiento, y, de otro, como forma de agradecer las aportaciones que este foro brindan a muchos novatos como yo.
Soy natural de Chamberí (Madrid), y, más allá de los típicos relojes de comunión y de infancia, los cuales, lamentablemente, no conservo, no tuve relación con relojes hasta el 2017 aproximadamente, momento en el que mi padre me regaló un Longines Conquest cronógrafo de cuarzo con motivo de mi graduación universitaria.
A partir de ese día, no me quité el reloj nunca, acompañándome como un testigo infalible de viajes por el mundo, exámenes, bodas, borracheras, rupturas y demás vivencias, hasta el 2023, en que se quedó sin pila.
Durante el tiempo que lo dejé en el servicio técnico quise comprar sustituto que mantuviera el peso en la muñeca y empecé a investigar e informarme tanto en este foro como en youtube (Relojero MX, Big Ben Theory, etc).
Al final acabé comprando el siguiente Citizen Ecodrive en la creencia de que gastar mucho en tener dos relojes no tenía sentido, y que, cuando llegará el Longines, ya no necesitaría más… Ojalá se hubiera quedado ahí la cosa…
A colación de mi boda, que tuvo lugar 2024, investigué más y más para orientar a mi entonces novia, “necesitando” ora un diver, ora un reloj elegante…
Ambos cayeron rápido: el primero, un fantástico Seiko Prospex King Turtle special edition dark manta, que fue mi primer reloj automático, y cuyo precio me pareció en aquél momento escandaloso, y, el segundo, fue el Tissot Chemin des Tourelles que me regaló mi mujer con motivo de la pedida de mano y que lucí orgulloso el día de mi boda.
A partir de ahí, entre compras y regalos, me he plantado en 16 relojes, que ya iré enseñando por aquí para no dar la brasa.
Colección que nadie entiende, casi ni yo mismo, y, sin embargo, recuerdo cada ocasión especial en la que he usado un reloj, siendo cada uno de ellos, propio de una ocasión especial. El problema es que las ocasiones cada vez son mas variadas, y, por ende, la necesidad de un reloj apropiado también.
Un saludo!!