Casiná
De la casa
Sin verificar
..... también dan malos ratos.
Como recordaréis el jueves pasado, entre otros, compré uno simple, caja cromada, muy plana, con la esfera totalmente blanca y números romanos. Monta en su interior una Peseux 7000 que, al parecer fue una de las máquinas más planas y más "sensibles", quiero decir más propensa a sufrir percances; pero, eso sí, es preciosa. Después de limpia, cuando ya la tenía prácticamente montada y me disponía a engrasar el contracentro del volante, no hice más que tocar la patilla derecha de la lira y se desplazó hasta la otra y, en cuanto la toqué con la pinza, tratando de cogerla, se partió. Es una lira particularmente pequeña así que no encontré ninguna ni siquiera parecida entre los desguaces que hay por ahí; no me quedó otra que acudir al relojero.
Siempre que uno se encuentra con algo especialmente bonito, con algo en que tiene mucho interés o es de alguien especial y, por ello, se pone mucho empeño en la tarea, siempre pasa algo con ello. O se pierde un resorte, o salta un tornillo, o se parte alguna pieza: ¡¡seguro!!.
Bueno, pues después de mucho buscar entre los cajones de deshechos de 40 ó 50 años (qué delicia sería tenerlos delante durante unos pocos de días para curiosearlos todos) al fin apareció una lira compatible. Ya está montado y funcionando parece que con buena marcha.
¡Qué bonito es lo simple!
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.
Como recordaréis el jueves pasado, entre otros, compré uno simple, caja cromada, muy plana, con la esfera totalmente blanca y números romanos. Monta en su interior una Peseux 7000 que, al parecer fue una de las máquinas más planas y más "sensibles", quiero decir más propensa a sufrir percances; pero, eso sí, es preciosa. Después de limpia, cuando ya la tenía prácticamente montada y me disponía a engrasar el contracentro del volante, no hice más que tocar la patilla derecha de la lira y se desplazó hasta la otra y, en cuanto la toqué con la pinza, tratando de cogerla, se partió. Es una lira particularmente pequeña así que no encontré ninguna ni siquiera parecida entre los desguaces que hay por ahí; no me quedó otra que acudir al relojero.
Siempre que uno se encuentra con algo especialmente bonito, con algo en que tiene mucho interés o es de alguien especial y, por ello, se pone mucho empeño en la tarea, siempre pasa algo con ello. O se pierde un resorte, o salta un tornillo, o se parte alguna pieza: ¡¡seguro!!.
Bueno, pues después de mucho buscar entre los cajones de deshechos de 40 ó 50 años (qué delicia sería tenerlos delante durante unos pocos de días para curiosearlos todos) al fin apareció una lira compatible. Ya está montado y funcionando parece que con buena marcha.
¡Qué bonito es lo simple!
Un saludo desde Sevilla. ¡Casi ná!.