2nd-second
Forer@ Senior
Sin verificar
De la 149 no voy a preguntar porque según comentáis es una pluma quizás demasiado grande, así que me centraré en la 146, que es el modelo siguiente.
Pensáis que la 146 es un “must-have” (elemento-obligatorio) en cualquier colección que se precie?
Me estoy planteando si verdaderamente es una estilográfica que merece la pena, aunque aquí ya entran los gustos personales, o la compra de ella es más bien por la propia psicología: cómo no voy a tener una Meisterstuck en mi colección… faltaría más.
Evidentemente es una pluma bella, pero desde luego, para mí no es una estilográfica que me haya impactado estéticamente en fotos (más que otras estilográficas). Ya sé que las plumas hay que tenerlas en la mano, pero os puedo contar casos de estilográficas que me han enamorado desde que las he visto en alguna revista, como es el caso de la Edgar Allan Poe, por citar un ejemplo de la misma marca, o la Extra 1930 Bamboo de Montegrappa, o, por citar una futurible, la mil veces ansiada/mencionada por mí, Parker Mandarín.
Me gustaría que los poseedores de una Meisterstuck, 146 a ser posible, me dijeran lindezas sobre ella, o cosas malas, si las tiene.
Quizás estoy pasando una etapa en la que moviéndome siempre entre marcas de sobra conocidas por la calidad (Montblanc, Montegrappa, Parker, Pelikan, Aurora, Conway Stewart, Namiki, Delta), estoy empezando a valorar otros criterios a la hora de pensar en nuevas adquisiciones, como pueden ser las sensaciones que me transmite, o el flechazo, olvidándome completamente de otras “historias”.
Quizás no pretenda hacer una colección homogénea o bien planteada, quizás solo esté adquiriendo estilográficas que por un motivo u otro (últimamente sólo por la estética, suponiendo que también escriba de manera buena) me han enamorado, y lo siguen haciendo; la Parker Duofold Verde he aprendido a quererla más con el tiempo.
Por otra parte me estoy empezando a cansar un poco de las ediciones limitadas y todo lo que ello implica: pagar más por saber que soy uno de los únicos “poseedores de”. Encima, a veces me intentan vender una estilográfica estéticamente bella y que para mi sorpresa lleva un convertidor en su interior. Que conste que no estoy en contra de este sistema de carga, pero sí de pagar una pasta para que no se dignen a poner un émbolo en su interior y opten por el cómodo (para los fabricantes) convertidor.
Pensáis que la 146 es un “must-have” (elemento-obligatorio) en cualquier colección que se precie?
Me estoy planteando si verdaderamente es una estilográfica que merece la pena, aunque aquí ya entran los gustos personales, o la compra de ella es más bien por la propia psicología: cómo no voy a tener una Meisterstuck en mi colección… faltaría más.
Evidentemente es una pluma bella, pero desde luego, para mí no es una estilográfica que me haya impactado estéticamente en fotos (más que otras estilográficas). Ya sé que las plumas hay que tenerlas en la mano, pero os puedo contar casos de estilográficas que me han enamorado desde que las he visto en alguna revista, como es el caso de la Edgar Allan Poe, por citar un ejemplo de la misma marca, o la Extra 1930 Bamboo de Montegrappa, o, por citar una futurible, la mil veces ansiada/mencionada por mí, Parker Mandarín.
Me gustaría que los poseedores de una Meisterstuck, 146 a ser posible, me dijeran lindezas sobre ella, o cosas malas, si las tiene.
Quizás estoy pasando una etapa en la que moviéndome siempre entre marcas de sobra conocidas por la calidad (Montblanc, Montegrappa, Parker, Pelikan, Aurora, Conway Stewart, Namiki, Delta), estoy empezando a valorar otros criterios a la hora de pensar en nuevas adquisiciones, como pueden ser las sensaciones que me transmite, o el flechazo, olvidándome completamente de otras “historias”.
Quizás no pretenda hacer una colección homogénea o bien planteada, quizás solo esté adquiriendo estilográficas que por un motivo u otro (últimamente sólo por la estética, suponiendo que también escriba de manera buena) me han enamorado, y lo siguen haciendo; la Parker Duofold Verde he aprendido a quererla más con el tiempo.
Por otra parte me estoy empezando a cansar un poco de las ediciones limitadas y todo lo que ello implica: pagar más por saber que soy uno de los únicos “poseedores de”. Encima, a veces me intentan vender una estilográfica estéticamente bella y que para mi sorpresa lleva un convertidor en su interior. Que conste que no estoy en contra de este sistema de carga, pero sí de pagar una pasta para que no se dignen a poner un émbolo en su interior y opten por el cómodo (para los fabricantes) convertidor.
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