M
Mulleras
Visitante
Buenas tardes.
Aquí tenemos a la grandullona. Desde luego es una pluma que impone respeto a los que estamos acostumbrados a estilográficas de tamaño más comedido.
Como la 146, la pluma no me gusta, pero escribir con ella es fantástico. Al menos para un ratito porque, con lo que llevo escrito hasta ahora, ya voy con la mano agobiada. Así pues, en mi caso, salvo como pieza de colección solo la uso para firmar, pequeños textos como este o alguna que otra carta a algún amigo.
Después tiene un inconveniente muy grande, según yo lo veo, y es su enoooooooorme capacidad. Parece un camión cisterna. No se acaba nunca la tinta. Tres vidas de Vulcano puede durar una carga completa en esta pluma. Un coñazo superlativo.
Como en el caso de la 146, tengo una tinta específica para ella. Me la regaló un amigo y es la tinta negra más negra que he probado hasta ahora. Se trata de la Kyo No Oto Nurebairo. Fantástica esta tinta. Como no me gusta escribir en negro o en azul, se las tengo reservadas a las Montblanc. En el caso de esta, pues negro nipón. Es que no le pegan otros colores más alegres.
![IMG_20200920_152327_8.jpg IMG_20200920_152327_8.jpg](https://cdna.relojes-especiales.com/data/attachments/666/666503-146d78267d497535b1d24baeaef756a0.jpg)
La historia de cómo ha llegado a mi colección tiene su punto de suspense y acojone.
Un amigo me puso sobre aviso de su venta en este mismo foro por un reputado vendedor. Sería al principio de estar registrado. Él, como gran entendido en esta marca, me recomendó su compra sabiendo que no me gustan, pero alegó a su valor refugio en caso de querer venderla más adelante o para cambiarla por una de las Pelikanes que me gustan. Total, 285 euros tuvieron la culpa.
Mi amigo se ofreció a echarle un vistazo y enseguida se la envié mediante Nacex 24 horas. La pluma, como su dotación, estaba impecable, pero dada la experiencia sufrida con “La Maldita” preferí hacerle caso.
Nacex dejó la pluma en una papelería adherida a la franquicia un martes, sobre el mediodía (nunca hago envíos con un fin de semana de por medio), y mi amigo iría a por ella por la tarde. Pero al ir se encontró el local cerrado con un papel en la reja donde decía que permanecería cerrado por “motivos personales”.
Buenos, pues mala suerte. El miércoles sería otro nuevo día. Y se encontró el mismo panorama.
Ahí ya comencé a ponerme nervioso y llamé a Nacex. No sabían nada y no había manera de localizar a su colaboradora.
¡Mierda! Una pluma de 300 “napos” en paradero incierto. Yo mismo llamé varias veces al local sin éxito y al móvil de la señora, que conseguí de forma que no es relevante ahora. Nada. Desconectado.
Y así hasta que, finalmente, el jueves por la tarde me descuelgan el teléfono fijo de la tienda y puedo hablar con la señora. ¡Por fin!
Resultó que el martes, una vez cerrada la tienda para comer, la señora fue asaltada en el interior de su coche por un atracador que la dejó sin bolso, donde se encontraban las llaves de su casa, las de la tienda, su móvil, la documentación…Y además fue agredida, gracias a Dios de forma leve. Tras desearle una pronta recuperación, respiré tranquilo, me despedí, le di las gracias por atenderme y, enseguida, llamé a mi amigo para ponerle al corriente.
No recuerdo si ese mismo jueves fue a por ella o lo hizo el viernes por la mañana, pero una vez en sus manos ya di el susto por superado.
Encontró la pluma en perfectísimo estado. No obstante, por rutina la limpió y engrasó el émbolo. Una vez en casa, la guardé en LCDLD y no volvió a salir hasta el día en que tuve que firmar el ejemplar de mi novela, en cada página, para su debido registro. Y desde entonces, hasta hoy, ahí se quedó en barbecho. Pero me ha parecido oportuno entintarla para esta ocasión, para escribir sobre ella ( y ya me tiene con la mano en adobo).
Bueno, pues hasta aquí este nuevo mensaje. Uno más para llegar al número “mágico” que me permita vender mis trastos en este site. Verán que sigo usando el papel Expertiz del Aldi. Iba a usar alguno más…chulo, pero no me ha parecido bien gastar un buen papel para un borrador que, a estas alturas, ya habrá sido destruido. ¿No creen? Un saludo y muchas gracias.
Aquí tenemos a la grandullona. Desde luego es una pluma que impone respeto a los que estamos acostumbrados a estilográficas de tamaño más comedido.
Como la 146, la pluma no me gusta, pero escribir con ella es fantástico. Al menos para un ratito porque, con lo que llevo escrito hasta ahora, ya voy con la mano agobiada. Así pues, en mi caso, salvo como pieza de colección solo la uso para firmar, pequeños textos como este o alguna que otra carta a algún amigo.
Después tiene un inconveniente muy grande, según yo lo veo, y es su enoooooooorme capacidad. Parece un camión cisterna. No se acaba nunca la tinta. Tres vidas de Vulcano puede durar una carga completa en esta pluma. Un coñazo superlativo.
Como en el caso de la 146, tengo una tinta específica para ella. Me la regaló un amigo y es la tinta negra más negra que he probado hasta ahora. Se trata de la Kyo No Oto Nurebairo. Fantástica esta tinta. Como no me gusta escribir en negro o en azul, se las tengo reservadas a las Montblanc. En el caso de esta, pues negro nipón. Es que no le pegan otros colores más alegres.
![IMG_20200920_152327_8.jpg IMG_20200920_152327_8.jpg](https://cdna.relojes-especiales.com/data/attachments/666/666503-146d78267d497535b1d24baeaef756a0.jpg)
La historia de cómo ha llegado a mi colección tiene su punto de suspense y acojone.
Un amigo me puso sobre aviso de su venta en este mismo foro por un reputado vendedor. Sería al principio de estar registrado. Él, como gran entendido en esta marca, me recomendó su compra sabiendo que no me gustan, pero alegó a su valor refugio en caso de querer venderla más adelante o para cambiarla por una de las Pelikanes que me gustan. Total, 285 euros tuvieron la culpa.
Mi amigo se ofreció a echarle un vistazo y enseguida se la envié mediante Nacex 24 horas. La pluma, como su dotación, estaba impecable, pero dada la experiencia sufrida con “La Maldita” preferí hacerle caso.
Nacex dejó la pluma en una papelería adherida a la franquicia un martes, sobre el mediodía (nunca hago envíos con un fin de semana de por medio), y mi amigo iría a por ella por la tarde. Pero al ir se encontró el local cerrado con un papel en la reja donde decía que permanecería cerrado por “motivos personales”.
Buenos, pues mala suerte. El miércoles sería otro nuevo día. Y se encontró el mismo panorama.
Ahí ya comencé a ponerme nervioso y llamé a Nacex. No sabían nada y no había manera de localizar a su colaboradora.
¡Mierda! Una pluma de 300 “napos” en paradero incierto. Yo mismo llamé varias veces al local sin éxito y al móvil de la señora, que conseguí de forma que no es relevante ahora. Nada. Desconectado.
Y así hasta que, finalmente, el jueves por la tarde me descuelgan el teléfono fijo de la tienda y puedo hablar con la señora. ¡Por fin!
Resultó que el martes, una vez cerrada la tienda para comer, la señora fue asaltada en el interior de su coche por un atracador que la dejó sin bolso, donde se encontraban las llaves de su casa, las de la tienda, su móvil, la documentación…Y además fue agredida, gracias a Dios de forma leve. Tras desearle una pronta recuperación, respiré tranquilo, me despedí, le di las gracias por atenderme y, enseguida, llamé a mi amigo para ponerle al corriente.
No recuerdo si ese mismo jueves fue a por ella o lo hizo el viernes por la mañana, pero una vez en sus manos ya di el susto por superado.
Encontró la pluma en perfectísimo estado. No obstante, por rutina la limpió y engrasó el émbolo. Una vez en casa, la guardé en LCDLD y no volvió a salir hasta el día en que tuve que firmar el ejemplar de mi novela, en cada página, para su debido registro. Y desde entonces, hasta hoy, ahí se quedó en barbecho. Pero me ha parecido oportuno entintarla para esta ocasión, para escribir sobre ella ( y ya me tiene con la mano en adobo).
Bueno, pues hasta aquí este nuevo mensaje. Uno más para llegar al número “mágico” que me permita vender mis trastos en este site. Verán que sigo usando el papel Expertiz del Aldi. Iba a usar alguno más…chulo, pero no me ha parecido bien gastar un buen papel para un borrador que, a estas alturas, ya habrá sido destruido. ¿No creen? Un saludo y muchas gracias.
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