El Táctico
Entomálaga
Sin verificar
Hola compañeros. Aquí os presento la pluma que menos me ha durado, pero no por motivos negativos sino porque fue adquirida para ser regalada.
Es un detalle que he tenido con un veterinario de un hospital animal de la costa de Málaga, el cual se encargó de solucionarme la aspergilosis que le surgió a un perro mío. Valla enfermedad puñetera y desconocida por mí. Menos mal que no es muy común por aquí, pero cuando entra es malísima, creo que después de los canceres es una de las peores por el tema de complicaciones, posibilidad de recaída y lo drástico del tratamiento, además de lo monetario; para asegurarnos ha habido incluso que trepanar los senos frontales del cráneo. Al final lo único que le ha quedado ha sido el tabique nasal perforado y una leve y sin importancia debilidad ósea en el paladar. Es la primera vez que me pasa con alguno, desde siempre he vivido en el entorno rural con perros, son docenas los que ha habido a lo largo de los años en mi casa, y todos recogidos de la calle, adoptados o nacidos aquí, nunca comprados, es mi filosofía.
Se quedó el veterinario pasmado cuando vio el regalo. No está acostumbrado me dijo, porque cuando la cosa sale mal, los dueños del animal, después de lo gastado se van con su pena y se olvidan; o cuando la cosa sale bien después de lo gastado, se van muy contentos y no se acuerdan. A mi no me salió gratis pero vi oportuno el regalo, nos trataron muy bien y se respetaron los plazos del tratamiento escrupulosamente. Al resto del personal que intervino les llevé unos buenos kilos de naranjas a repartir, qué contentos quedaron.
La pluma me pareció una preciosidad y un regalo perfecto, que le va a recordar siempre al Chavo del Ocho que es como se llama el animal, Chavo o Chavito para los amigos. La adquirí en Málaga en el Sanatorio Estilográfico, una preciosa Pelikan de las M200. Incluyo una foto del susodicho Chavito.
Es un detalle que he tenido con un veterinario de un hospital animal de la costa de Málaga, el cual se encargó de solucionarme la aspergilosis que le surgió a un perro mío. Valla enfermedad puñetera y desconocida por mí. Menos mal que no es muy común por aquí, pero cuando entra es malísima, creo que después de los canceres es una de las peores por el tema de complicaciones, posibilidad de recaída y lo drástico del tratamiento, además de lo monetario; para asegurarnos ha habido incluso que trepanar los senos frontales del cráneo. Al final lo único que le ha quedado ha sido el tabique nasal perforado y una leve y sin importancia debilidad ósea en el paladar. Es la primera vez que me pasa con alguno, desde siempre he vivido en el entorno rural con perros, son docenas los que ha habido a lo largo de los años en mi casa, y todos recogidos de la calle, adoptados o nacidos aquí, nunca comprados, es mi filosofía.
Se quedó el veterinario pasmado cuando vio el regalo. No está acostumbrado me dijo, porque cuando la cosa sale mal, los dueños del animal, después de lo gastado se van con su pena y se olvidan; o cuando la cosa sale bien después de lo gastado, se van muy contentos y no se acuerdan. A mi no me salió gratis pero vi oportuno el regalo, nos trataron muy bien y se respetaron los plazos del tratamiento escrupulosamente. Al resto del personal que intervino les llevé unos buenos kilos de naranjas a repartir, qué contentos quedaron.
La pluma me pareció una preciosidad y un regalo perfecto, que le va a recordar siempre al Chavo del Ocho que es como se llama el animal, Chavo o Chavito para los amigos. La adquirí en Málaga en el Sanatorio Estilográfico, una preciosa Pelikan de las M200. Incluyo una foto del susodicho Chavito.