Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
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He leído esta pequeña historia en una revista online y me ha hecho gracia traerla aquí...
La semana pasada fui al doctor para un chequeo y se sorprendió al ver en qué buena forma me encontraba. Le dije que era porque jugaba mucho al golf.
"Bueno", dijo el doctor, "eso es un ejercicio buenísimo pero debe de haber una razón de más peso que el golf. La longevidad es frecuentemente hereditaria. Dígame: ¿a que edad murió su padre?"
¿Quién ha dicho que mi padre haya muerto?, le repliqué. El médico quedó perplejo. "¿Me dice que su padre aún vive? ¿Qué edad tiene?" Le dije que tenía 99 años y que habíamos estado jugando al golf esa misma mañana, y que era eso, en mi modesta opinión, lo que lo mantenía con vida. "Esto es sorprendente e interesantísimo, pero usted no va a creerse que su propia longevidad y la de su padre se deban únicamente a la práctica del golf. ¿A que edad murió el padre de su padre?" preguntó el matasanos.
¿Quién le ha dicho que mi abuelo haya muerto?, le volví a replicar.
"¿Qué? ¿Cómo?" balbuceó el doctor al borde del colapso. "Si su padre tiene 99 años, ¿cuántos tiene su abuelo?"
Le dije que 120.
"Ya, y supongo que fueron juntos a jugar al golf esta mañana, ¿no?"
"No, hoy no pudo venir porque se casa esta tarde."
"¿Qué me dice? ¿Y para qué quiere casarse un hombre de 120 años?"
"¿Y quien le ha dicho que quiera casarse?"
Saludos
La semana pasada fui al doctor para un chequeo y se sorprendió al ver en qué buena forma me encontraba. Le dije que era porque jugaba mucho al golf.
"Bueno", dijo el doctor, "eso es un ejercicio buenísimo pero debe de haber una razón de más peso que el golf. La longevidad es frecuentemente hereditaria. Dígame: ¿a que edad murió su padre?"
¿Quién ha dicho que mi padre haya muerto?, le repliqué. El médico quedó perplejo. "¿Me dice que su padre aún vive? ¿Qué edad tiene?" Le dije que tenía 99 años y que habíamos estado jugando al golf esa misma mañana, y que era eso, en mi modesta opinión, lo que lo mantenía con vida. "Esto es sorprendente e interesantísimo, pero usted no va a creerse que su propia longevidad y la de su padre se deban únicamente a la práctica del golf. ¿A que edad murió el padre de su padre?" preguntó el matasanos.
¿Quién le ha dicho que mi abuelo haya muerto?, le volví a replicar.
"¿Qué? ¿Cómo?" balbuceó el doctor al borde del colapso. "Si su padre tiene 99 años, ¿cuántos tiene su abuelo?"
Le dije que 120.
"Ya, y supongo que fueron juntos a jugar al golf esta mañana, ¿no?"
"No, hoy no pudo venir porque se casa esta tarde."
"¿Qué me dice? ¿Y para qué quiere casarse un hombre de 120 años?"
"¿Y quien le ha dicho que quiera casarse?"
Saludos