davido
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Os presente un reloj verdaderamente exclusivo: difícilmente coincidirás nunca con otro poseedor de tan excepcional pieza.
Se trata de un modelo de la (no demasiado conocida) firma Finëat, que, aunque por su nombre (y cualidades, como se verá) pudiera parecer nórdica, tiene su actividad afincada en China.
Comentar que desde su llegada todo han sido gratas sorpresas: llegó con sus tres agujas en su sitio; al darle cuerda se puso en marcha, y después de un día de uso (por casa), aguantó toda la noche sin pararse. Y ahí sigue, adelantando sólo 4 minutos al día.
La pieza en cuestión: dial gris (incombinable, en las fotos parecía blanco), agujas y marcadores en color azul (aunque de diferente tono las unas de los otros), sin duda conseguidos a fuego lento.
Es un reloj delicado. Exige de su poseedor cuidado y atención. De lo contrario, salpicarán su superficie innumerables rayas que desconcharan el cromado y dejarán ver el tono cobrizo de su noble material (cualquiera que sea). Precisamente eso me ha pasado a mi al quitar el brazalete y ponerle una correa rescatada del cajón de los recambios.
Y sobre el brazalete, más de lo mismo, calidad y belleza. Los eslabones macizos están claramente sobrevalorados... al fin y al cabo, ¿qué aportan? Peso muerto. Finëat lo sabe y viste esta pieza con eslabones de la más fina hojalata, sin ningún disimulo y sin ningún pulimento. Recordemos, es una reivindicación, no algo de lo que avergonzarse.
Vamos a la trasera. El fondo visto exhibe una maquinaria exquisitamente trabajada, como no podía ser de otra manera. Y la prueba definitiva del esmero de estos artesanos: el supuesto nombre de la fábrica únicamente tiene dos faltas de ortografía.
Por último, en cuanto a su marcha... Los que admiramos los relojes no buscamos la precisión quirúrgica. En este sentido el reloj tampoco defrauda. Su adelanto de cuatro minutos y pico al día es perfectamente tolerable para aquellos que puedan disfrutar de esta pieza en su muñeca.
P.D.: En mi descargo comentar que lo compré en eBay por 14 euros envío incluido para trastearlo.
Se trata de un modelo de la (no demasiado conocida) firma Finëat, que, aunque por su nombre (y cualidades, como se verá) pudiera parecer nórdica, tiene su actividad afincada en China.
Comentar que desde su llegada todo han sido gratas sorpresas: llegó con sus tres agujas en su sitio; al darle cuerda se puso en marcha, y después de un día de uso (por casa), aguantó toda la noche sin pararse. Y ahí sigue, adelantando sólo 4 minutos al día.
La pieza en cuestión: dial gris (incombinable, en las fotos parecía blanco), agujas y marcadores en color azul (aunque de diferente tono las unas de los otros), sin duda conseguidos a fuego lento.
Es un reloj delicado. Exige de su poseedor cuidado y atención. De lo contrario, salpicarán su superficie innumerables rayas que desconcharan el cromado y dejarán ver el tono cobrizo de su noble material (cualquiera que sea). Precisamente eso me ha pasado a mi al quitar el brazalete y ponerle una correa rescatada del cajón de los recambios.
Y sobre el brazalete, más de lo mismo, calidad y belleza. Los eslabones macizos están claramente sobrevalorados... al fin y al cabo, ¿qué aportan? Peso muerto. Finëat lo sabe y viste esta pieza con eslabones de la más fina hojalata, sin ningún disimulo y sin ningún pulimento. Recordemos, es una reivindicación, no algo de lo que avergonzarse.
Vamos a la trasera. El fondo visto exhibe una maquinaria exquisitamente trabajada, como no podía ser de otra manera. Y la prueba definitiva del esmero de estos artesanos: el supuesto nombre de la fábrica únicamente tiene dos faltas de ortografía.
Por último, en cuanto a su marcha... Los que admiramos los relojes no buscamos la precisión quirúrgica. En este sentido el reloj tampoco defrauda. Su adelanto de cuatro minutos y pico al día es perfectamente tolerable para aquellos que puedan disfrutar de esta pieza en su muñeca.
P.D.: En mi descargo comentar que lo compré en eBay por 14 euros envío incluido para trastearlo.