oldchrono
Magister Collector
Sin verificar
JLC Triple Date:
Hola amigos!
Deseaba compartir con vosotros este antiguo reloj producido por la prestigiosa casa suiza, Jaeger Le Coultre, entre los años 1943 a 1949.
Este modelo, se caracteriza por su caja redonda (ofrecida en oro o en acero inoxidable), con sus asas de grácil forma de lágrima.
Es fascinante considerar que ni el desarrollo de la 2da Guerra Mundial, pudo impedir que una casa como JLC, diseñara y produjera un modelo nuevo en esa convulsionada época, como es este reloj, que es considerado por los coleccionistas de hoy, como uno de los modelos más logrados y clásicos de la prestigiosa Firma relojera.
El estado de Guerra en que se hallaba el mundo, sin embargo, influyó para que la producción de este modelo fuese sumamente acotada (10.450 ejemplares) y por ello la rareza del mismo, como ya veremos un poco más adelante.
Se trata de un reloj que es una verdadera delicia de llevar en el pulso, con sus formas tan clásicas y atemporales, su tamaño de 36 mm de diámetro de caja, y ese precioso dial que posee, tan vintage, y tan actual al mismo tiempo.
A veces, me detengo a pensar que el placer de llevar un vintage de este tipo, prendido a la muñeca mediante un atractivo juego de correas de piel, proporciona una sensación placentera, similar a la de conducir un clásico como un Jaguar XK 120, o un Bentley Continental, con la capota baja. ¡Claro que es un gusto que nos podemos dar, con una inversión sensiblemente menor, y sin movernos de nuestro mullido sillón favorito, en el living de casa!
Poseo por supuesto, algunos relojes modernos, que me gustan mucho, y me proporcionan una gran satisfacción llevarlos en el pulso, pero hay que reconocer que los vintages me brindan algo adicional... una sensación muy particular, que no pueden provocar los relojes nuevos, y que emana de estos viejos relojes.
Es algo muy difícil de explicar, pero que seguramente comprenden y experimentan quienes frecuentan este rincón del Foro y leen estos párrafos.
Describiendo al vintage
Desde mi modesto punto de vista, la caja del reloj, está muy bien lograda estéticamente, pues en su discreta sencillez, posee una serie de acanaladuras alrededor de su perímetro, que le brindan un aspecto sumamente elegante, en conjunto con sus voluptuosas asas en forma de lágrima, características de este modelo.
Se observan al frente, a cada costado de la corona de remontar, los pulsadores que permiten, el situado a las "2", el ajuste del mes, y el ubicado a las "4", el ajuste del día del mes, ambos datos visibles en las ventanillas del dial.
El cuadrante, que se encuentra en estado original -no restaurado- es obviamente el aspecto que "roba" la atención de quien echa una mirada a este reloj.
Apreciamos allí los índices de oro, que alternan números arábigos, con flechas y triángulos. Las agujas de oro, tipo "dauphine", son bellísimas y acordes con la moda de la época.
Dos ventanillas, dejan ver el día y el mes, en escritura roja, y una escala exterior en color rojo (junto a la escala de los segundos, en negro), marca los días del mes, según apunta una aguja terminada en una punta de flecha roja.
Obsérvese que esta aguja fechadora, posee idéntico recurso que la del Seiko Horas del Mundo, que presentara hace unas pocas semanas: Un escalón cercano al extremo, le permite sortear los índices en gran relieve, sin que se atasque en su recorrido.
Finalmente, un segundero auxiliar gira en un sub dial de generoso diámetro, completando el conjunto. El dial -sin restaurar, insisto- muestra algunos signos de la pátina que le ha impreso el paso del tiempo, que lejos de molestar, agrega carácter a la pieza, y asegura su originalidad.
Este reloj, fue ofrecido en una variante más exquisita aun, que ofrecía una complicación adicional: fases lunares. En aquella hermosa variante, la ventana que permite visualizar las distintas fases de la luna, se ubica en el círculo del sub dial del segundero, al tiempo que conservaba la aguja segundera en dicho dial.
Movimiento
Lamentablemente, no he podido abrir este reloj para fotografiar el mecanismo, que solo pude visualizar en la casa del vendedor, ya que no llevaba la cámara en ese momento.
Aprovecharé alguna futura visita a mi relojero amigo, para abrirlo, provisto de mi cámara.
Mientras tanto, coloco una foto tomada de Internet, como siempre sin intención alguna de infringir derecho alguno, sino ilustrar este hilo.
Este reloj, fue ofrecido a lo largo de los años en que fue producido (1943 a 1949) con tres movimientos distintos, aunque relacionados entre sí por ser unos evolución del anterior.
El movimiento 451/A (basado en el JLC 449) de 15 rubíes, 12-1/2"´ 18.000 alternancias, y carga manual, con decoración de Cotes de Geneve, y dorado, sin protección anti choques y reserva de 50 horas, fue el primer movimiento empleado, entre 1943 y 44 en plena guerra, período durante el cual se fabricaron sólo 400 ejemplares.
El mecanismo fue reemplazado en 1944 y hasta 1945, por un 464/A, con una producción de 1.800 ejemplares.
Finalmente, la versión final estaba equipada con un 484/A empleado entre 1945 y 1949, con una producción de 8.250 ejemplares.
Queda evidenciada la influencia de los años de la Guerra, en la baja producción de este y otros modelos de JLC, que al igual que otras muchas casas relojeras, pasaron difíciles momentos en aquellas épocas difíciles, aunque continuaron con la producción en forma restringida, atentos a la reducción de pedidos, y las restricciones lógicas para obtener materiales, especialmente metales considerados de interés táctico y bélico.
Cabe destacar el placer que me produce dar cuerda manual a este reloj, por la suavidad del mecanismo de remonte, y luego un goce adicional, escuchar su lento tic tac, de las 18.000 alternancias, que tanto me gusta en un reloj vintage, en oposición a ese latir a la carrera, de los relojes modernos.
Como ya he comentado en mis intervenciones anteriores, los relojes triple data se encuentran entre mis complicaciones favoritas, y desde hace tiempo, venia buscando uno, particularmente un Omega Cosmic , que en su caso, incorpora adicionalmente, fases lunares.
Y en este largo y serpenteante camino recorrido tratando de hallar a mi Grial relojero, tropecé hace algún tiempo con este, que viene a calmar mi sed... por algún tiempo!
Espero que os guste este relojito, y muchas gracias por vuestra atención amigos!
Feliz fin de semana, y os envío un afectuoso saludo, Tonin.
Hola amigos!
Deseaba compartir con vosotros este antiguo reloj producido por la prestigiosa casa suiza, Jaeger Le Coultre, entre los años 1943 a 1949.
Este modelo, se caracteriza por su caja redonda (ofrecida en oro o en acero inoxidable), con sus asas de grácil forma de lágrima.
Es fascinante considerar que ni el desarrollo de la 2da Guerra Mundial, pudo impedir que una casa como JLC, diseñara y produjera un modelo nuevo en esa convulsionada época, como es este reloj, que es considerado por los coleccionistas de hoy, como uno de los modelos más logrados y clásicos de la prestigiosa Firma relojera.
El estado de Guerra en que se hallaba el mundo, sin embargo, influyó para que la producción de este modelo fuese sumamente acotada (10.450 ejemplares) y por ello la rareza del mismo, como ya veremos un poco más adelante.
Se trata de un reloj que es una verdadera delicia de llevar en el pulso, con sus formas tan clásicas y atemporales, su tamaño de 36 mm de diámetro de caja, y ese precioso dial que posee, tan vintage, y tan actual al mismo tiempo.
A veces, me detengo a pensar que el placer de llevar un vintage de este tipo, prendido a la muñeca mediante un atractivo juego de correas de piel, proporciona una sensación placentera, similar a la de conducir un clásico como un Jaguar XK 120, o un Bentley Continental, con la capota baja. ¡Claro que es un gusto que nos podemos dar, con una inversión sensiblemente menor, y sin movernos de nuestro mullido sillón favorito, en el living de casa!
Poseo por supuesto, algunos relojes modernos, que me gustan mucho, y me proporcionan una gran satisfacción llevarlos en el pulso, pero hay que reconocer que los vintages me brindan algo adicional... una sensación muy particular, que no pueden provocar los relojes nuevos, y que emana de estos viejos relojes.
Es algo muy difícil de explicar, pero que seguramente comprenden y experimentan quienes frecuentan este rincón del Foro y leen estos párrafos.
Describiendo al vintage
Desde mi modesto punto de vista, la caja del reloj, está muy bien lograda estéticamente, pues en su discreta sencillez, posee una serie de acanaladuras alrededor de su perímetro, que le brindan un aspecto sumamente elegante, en conjunto con sus voluptuosas asas en forma de lágrima, características de este modelo.
Se observan al frente, a cada costado de la corona de remontar, los pulsadores que permiten, el situado a las "2", el ajuste del mes, y el ubicado a las "4", el ajuste del día del mes, ambos datos visibles en las ventanillas del dial.
El cuadrante, que se encuentra en estado original -no restaurado- es obviamente el aspecto que "roba" la atención de quien echa una mirada a este reloj.
Apreciamos allí los índices de oro, que alternan números arábigos, con flechas y triángulos. Las agujas de oro, tipo "dauphine", son bellísimas y acordes con la moda de la época.
Dos ventanillas, dejan ver el día y el mes, en escritura roja, y una escala exterior en color rojo (junto a la escala de los segundos, en negro), marca los días del mes, según apunta una aguja terminada en una punta de flecha roja.
Obsérvese que esta aguja fechadora, posee idéntico recurso que la del Seiko Horas del Mundo, que presentara hace unas pocas semanas: Un escalón cercano al extremo, le permite sortear los índices en gran relieve, sin que se atasque en su recorrido.
Finalmente, un segundero auxiliar gira en un sub dial de generoso diámetro, completando el conjunto. El dial -sin restaurar, insisto- muestra algunos signos de la pátina que le ha impreso el paso del tiempo, que lejos de molestar, agrega carácter a la pieza, y asegura su originalidad.
Este reloj, fue ofrecido en una variante más exquisita aun, que ofrecía una complicación adicional: fases lunares. En aquella hermosa variante, la ventana que permite visualizar las distintas fases de la luna, se ubica en el círculo del sub dial del segundero, al tiempo que conservaba la aguja segundera en dicho dial.
Movimiento
Lamentablemente, no he podido abrir este reloj para fotografiar el mecanismo, que solo pude visualizar en la casa del vendedor, ya que no llevaba la cámara en ese momento.
Aprovecharé alguna futura visita a mi relojero amigo, para abrirlo, provisto de mi cámara.
Mientras tanto, coloco una foto tomada de Internet, como siempre sin intención alguna de infringir derecho alguno, sino ilustrar este hilo.
Este reloj, fue ofrecido a lo largo de los años en que fue producido (1943 a 1949) con tres movimientos distintos, aunque relacionados entre sí por ser unos evolución del anterior.
El movimiento 451/A (basado en el JLC 449) de 15 rubíes, 12-1/2"´ 18.000 alternancias, y carga manual, con decoración de Cotes de Geneve, y dorado, sin protección anti choques y reserva de 50 horas, fue el primer movimiento empleado, entre 1943 y 44 en plena guerra, período durante el cual se fabricaron sólo 400 ejemplares.
El mecanismo fue reemplazado en 1944 y hasta 1945, por un 464/A, con una producción de 1.800 ejemplares.
Finalmente, la versión final estaba equipada con un 484/A empleado entre 1945 y 1949, con una producción de 8.250 ejemplares.
Queda evidenciada la influencia de los años de la Guerra, en la baja producción de este y otros modelos de JLC, que al igual que otras muchas casas relojeras, pasaron difíciles momentos en aquellas épocas difíciles, aunque continuaron con la producción en forma restringida, atentos a la reducción de pedidos, y las restricciones lógicas para obtener materiales, especialmente metales considerados de interés táctico y bélico.
Cabe destacar el placer que me produce dar cuerda manual a este reloj, por la suavidad del mecanismo de remonte, y luego un goce adicional, escuchar su lento tic tac, de las 18.000 alternancias, que tanto me gusta en un reloj vintage, en oposición a ese latir a la carrera, de los relojes modernos.
Como ya he comentado en mis intervenciones anteriores, los relojes triple data se encuentran entre mis complicaciones favoritas, y desde hace tiempo, venia buscando uno, particularmente un Omega Cosmic , que en su caso, incorpora adicionalmente, fases lunares.
Y en este largo y serpenteante camino recorrido tratando de hallar a mi Grial relojero, tropecé hace algún tiempo con este, que viene a calmar mi sed... por algún tiempo!
Espero que os guste este relojito, y muchas gracias por vuestra atención amigos!
Feliz fin de semana, y os envío un afectuoso saludo, Tonin.