G
Gado
Forer@ Senior
Sin verificar
Muy buenas.
Yo tenía un tio en América (…no… en realidad no era mi tío, pero la historia es real, de un buen amigo), concretamente en Venezuela, que a finales de 1974, decide venir a su Galicia natal a pasar las Navidades y unas vacaciones (no había venido ni una sola vez en los 12 años que hacía que se fue).
El caso es que, como regalo para sus hermanos y sobrinos trajo unos cuantos relojes, todos Seiko. Para los niños (y ya no tan niños) trajo relojes sencillos, Seiko 5, con diferentes diales, de los que alguno aún sobrevive. Para sus 3 hermanos trajo unos cronos…
Esta historia, me la contó un amigo, comiendo, hace un par de meses al ver que llevaba un Seiko en la muñeca. Al tirarle un poco mas de la lengua (sobre los cronos) me contó que dos eran con esfera amarilla y uno con esfera azul, que uno de ellos, se lo robaron en el trabajo a su dueño, y que los otros dos, estaban, uno en su poder y otro en poder de un primo suyo.
Tambien me contó que hace unos años, intentó ponerlo en marcha y lo llevó a una relojería en Avilés, donde no quisieron hacerselo y que, desde entonces, el reloj estaba en un cajón.
1974… esfera amarilla o azul… crono… Seiko… imaginaciones mías...
Al terminar la comida y despedirnos, le dije que me mandase unos fotos y que si quería retaurarlo, o simplemente ponerlo en marcha, que yo me ocuparía.
Y estas son las fotos que me mandó.
Los relojes en cuestión eran SEIKO 6139-6002, conocidos por todos como POGUE, concretamente el que el custodia, con nº de serie 451179.
Inmediatamente le llamé y le pregunté si tenía alguna idea “real” de qué era lo que tenía, y por supuesto dijo que no, que le tenía cariño por su procedencia, que le gustaba mucho, pero que no lo podía por su mal aspecto y porque no estaba seguro de que funcionase adecuadamente.
Cuando le expliqué que modelo era, su historia y demás, quedamos en que yo haría las gestiones para devolver el reloj a la vida, y me dio libertad para “obrar como si fuese para mi”.
Una vez con el reloj en la mano, aunque no estaba bien, no estaba tan mal como parecía en las imágenes, así que me puse en contacto con el Maestro Francis, que me dijo que el haría el trabajo, y me dio un plazo de 8 semanas. Tambien me pidió que localizase el cristal por mi cuenta, ya que (lógicamente) si dedica una tarde a buscar un pieza concreta de una referencia concreta, no avanzaría nunca en el trabajo.
Después de una tarde de mirar, comparar y dudar, pedí el cristal, y una vez en casa, envié reloj y cristal a Francis.
A principios de esta semana, Francis me decía que el reloj estaba listo (justo 8 semanas).
Había hecho un desmontado completo, limpieza, engrase, montaje y ajuste, juntas y cristal nuevos. En cuanto al armis, solo limpieza.
En la parte estética, un pequeño retoque a la caja y nada mas, no queriamos perder la historia del reloj; no es un reloj nuevo, tiene 43 años y su dueño lo usaba.
Ayer, casi sin tiempo a verlo a gusto, se lo devolví a su dueño, que abrió los ojos como platos al verlo. Me dijo, que había decidido que el reloj sería para su hijo, que termina la carrera este año… Felicidades Diego.
La idé aes ponerle una carrea tipo Rally, en cuero camel, pero para que pudiése estrenarlo (sin el armis que está a buen recaudo, no le gusta con él), le regalé una nato azul que tenía en el cajón.
Lo siento, no puede resistirme a ponerlo, me encanta.
Cuando tenga mas noticias del reloj os la ire contando.
Un saludo.
Yo tenía un tio en América (…no… en realidad no era mi tío, pero la historia es real, de un buen amigo), concretamente en Venezuela, que a finales de 1974, decide venir a su Galicia natal a pasar las Navidades y unas vacaciones (no había venido ni una sola vez en los 12 años que hacía que se fue).
El caso es que, como regalo para sus hermanos y sobrinos trajo unos cuantos relojes, todos Seiko. Para los niños (y ya no tan niños) trajo relojes sencillos, Seiko 5, con diferentes diales, de los que alguno aún sobrevive. Para sus 3 hermanos trajo unos cronos…
Esta historia, me la contó un amigo, comiendo, hace un par de meses al ver que llevaba un Seiko en la muñeca. Al tirarle un poco mas de la lengua (sobre los cronos) me contó que dos eran con esfera amarilla y uno con esfera azul, que uno de ellos, se lo robaron en el trabajo a su dueño, y que los otros dos, estaban, uno en su poder y otro en poder de un primo suyo.
Tambien me contó que hace unos años, intentó ponerlo en marcha y lo llevó a una relojería en Avilés, donde no quisieron hacerselo y que, desde entonces, el reloj estaba en un cajón.
1974… esfera amarilla o azul… crono… Seiko… imaginaciones mías...
Al terminar la comida y despedirnos, le dije que me mandase unos fotos y que si quería retaurarlo, o simplemente ponerlo en marcha, que yo me ocuparía.
Y estas son las fotos que me mandó.
Los relojes en cuestión eran SEIKO 6139-6002, conocidos por todos como POGUE, concretamente el que el custodia, con nº de serie 451179.
Inmediatamente le llamé y le pregunté si tenía alguna idea “real” de qué era lo que tenía, y por supuesto dijo que no, que le tenía cariño por su procedencia, que le gustaba mucho, pero que no lo podía por su mal aspecto y porque no estaba seguro de que funcionase adecuadamente.
Cuando le expliqué que modelo era, su historia y demás, quedamos en que yo haría las gestiones para devolver el reloj a la vida, y me dio libertad para “obrar como si fuese para mi”.
Una vez con el reloj en la mano, aunque no estaba bien, no estaba tan mal como parecía en las imágenes, así que me puse en contacto con el Maestro Francis, que me dijo que el haría el trabajo, y me dio un plazo de 8 semanas. Tambien me pidió que localizase el cristal por mi cuenta, ya que (lógicamente) si dedica una tarde a buscar un pieza concreta de una referencia concreta, no avanzaría nunca en el trabajo.
Después de una tarde de mirar, comparar y dudar, pedí el cristal, y una vez en casa, envié reloj y cristal a Francis.
A principios de esta semana, Francis me decía que el reloj estaba listo (justo 8 semanas).
Había hecho un desmontado completo, limpieza, engrase, montaje y ajuste, juntas y cristal nuevos. En cuanto al armis, solo limpieza.
En la parte estética, un pequeño retoque a la caja y nada mas, no queriamos perder la historia del reloj; no es un reloj nuevo, tiene 43 años y su dueño lo usaba.
Ayer, casi sin tiempo a verlo a gusto, se lo devolví a su dueño, que abrió los ojos como platos al verlo. Me dijo, que había decidido que el reloj sería para su hijo, que termina la carrera este año… Felicidades Diego.
La idé aes ponerle una carrea tipo Rally, en cuero camel, pero para que pudiése estrenarlo (sin el armis que está a buen recaudo, no le gusta con él), le regalé una nato azul que tenía en el cajón.
Lo siento, no puede resistirme a ponerlo, me encanta.
Cuando tenga mas noticias del reloj os la ire contando.
Un saludo.