bilhana
Milpostista
Sin verificar
La paciencia es una de las virtudes [sic] que se asocian a la relojería, así que esperar unos meses para acabar el FliVer, con elementos llegados de todo el planeta para ser ensamblados con el objeto de obtener un reloj absolutamente original y único, se supone que es una muestra más de paciencia relojera.
El resultado final es este:
Es de justicia mostrar ante todo las agujas, son las que Compás, generosamente, me hizo llegar en cuanto supo de mi proyecto. Le dan el toque de color y, EMHO, acentúan el carácter de pieza única del FliVer.
Finalmente no me atreví a cambiar yo mismo las agujas. Tenía claro como sacarlas, pero no confiaba en mis aptitudes para colocar las nuevas. Además, se debía limar una parte de la caja para permitir el libre giro del rotor, así que opte por llevar el FliVer a Pita, de donde lo recogí ayer mismo.
Al llegar a casa le coloque la correa, una original (en ambos sentidos) Seiko, que remata el Fliver con un toque militar.
La conclusión es que la versatilidad del 7s26 de Seiko permite mil y una combinaciones, y en consecuencia permite disponer de relojes personalizados y únicos por un precio irrisorio. Por eso ya he iniciado el segundo proyecto: The Devil Diver, ¿a que acojona?, pues hace falta todavía un poco de paciencia relojera para poderlo ver.
El resultado final es este:
Es de justicia mostrar ante todo las agujas, son las que Compás, generosamente, me hizo llegar en cuanto supo de mi proyecto. Le dan el toque de color y, EMHO, acentúan el carácter de pieza única del FliVer.
Finalmente no me atreví a cambiar yo mismo las agujas. Tenía claro como sacarlas, pero no confiaba en mis aptitudes para colocar las nuevas. Además, se debía limar una parte de la caja para permitir el libre giro del rotor, así que opte por llevar el FliVer a Pita, de donde lo recogí ayer mismo.
Al llegar a casa le coloque la correa, una original (en ambos sentidos) Seiko, que remata el Fliver con un toque militar.
La conclusión es que la versatilidad del 7s26 de Seiko permite mil y una combinaciones, y en consecuencia permite disponer de relojes personalizados y únicos por un precio irrisorio. Por eso ya he iniciado el segundo proyecto: The Devil Diver, ¿a que acojona?, pues hace falta todavía un poco de paciencia relojera para poderlo ver.