jmazpiazu
Forer@ Senior
Sin verificar
Hola a todos,
Hace unos días tuve ocasión de fotografiar un reloj que me llamó poderosamente la atención por la historia que lleva tras de sí. Se trata de un Wittnauer Cuervo y Sobrinos que pertenece a la colección personal de Rodolfo Almeida, relojero de La Habana de cuya mano descubro, cada día, nuevas cosas sobre la antigua casa habanera.
A principios de los 50, los dueños de la firma estudiaron la posibilidad de importar relojes Wittnauer para personalizarlos en sus talleres de La Habana. Pidieron a fábrica que marcaran el rotor de un modelo con calibre AS1361, para después trabajar la esfera en Cuba. Una vez el reloj estuvo terminado, sometieron a la consideración del resto de socios (entre los cuales se encontraba el padre de Almeida) el visto bueno de la operación, para la posterior comercialización del reloj en serie. Sin embargo, éstos se opusieron y la idea no prosperó, debido a que temieron desencadenar un conflicto legal con Longines, propietaria de Wittnauer en la época y con quien les unía un acuerdo de suministro en exclusiva para la isla.
El reloj se guardó y sigue en manos de la familia Almeida desde entonces. Se trata, por lo tanto, de una pieza única, que se puede considerar un prototipo y que no pasó a la serie para evitar posibles litigios con la casa Longines.
Creo que es un ejemplar sumamente interesante y quería compartirlo con todos vosotros. Espero que os haya gustado.
Gracias por leer.
Saludos desde La Habana
Hace unos días tuve ocasión de fotografiar un reloj que me llamó poderosamente la atención por la historia que lleva tras de sí. Se trata de un Wittnauer Cuervo y Sobrinos que pertenece a la colección personal de Rodolfo Almeida, relojero de La Habana de cuya mano descubro, cada día, nuevas cosas sobre la antigua casa habanera.
A principios de los 50, los dueños de la firma estudiaron la posibilidad de importar relojes Wittnauer para personalizarlos en sus talleres de La Habana. Pidieron a fábrica que marcaran el rotor de un modelo con calibre AS1361, para después trabajar la esfera en Cuba. Una vez el reloj estuvo terminado, sometieron a la consideración del resto de socios (entre los cuales se encontraba el padre de Almeida) el visto bueno de la operación, para la posterior comercialización del reloj en serie. Sin embargo, éstos se opusieron y la idea no prosperó, debido a que temieron desencadenar un conflicto legal con Longines, propietaria de Wittnauer en la época y con quien les unía un acuerdo de suministro en exclusiva para la isla.
El reloj se guardó y sigue en manos de la familia Almeida desde entonces. Se trata, por lo tanto, de una pieza única, que se puede considerar un prototipo y que no pasó a la serie para evitar posibles litigios con la casa Longines.
Creo que es un ejemplar sumamente interesante y quería compartirlo con todos vosotros. Espero que os haya gustado.
Gracias por leer.
Saludos desde La Habana