Repito y aclaro lo de pata negra que parece que no ha sentado muy bien. No desmerezco un cuarzo, ES UNA REFERENCIA por su fiabilidad y precisión, pero seguro que a la mayoría nos gusta más un deportivo de gasolina que un coche eléctrico. EL motor eléctrico lo fabircará seguramente un fabricante que ni es alemán ni italiano, las baterías absolutamente seguro que serán chinas, y el montaje seguro que si será del país de origen (o no) pero cuando empiezas a ver piezas de un mundo globalizado no podemos decir que este coche es de aquí o de allí. El coche será muy efectivo, muy bueno pero no tiene el "alma" de un deportivo de gasolina. No desmerezco con ello los coches eléctricos, ni digo que deban costar más o menos, es otra opción, pero debéis entender que mi opinión es que no cuadre un Ferrari eléctrico (alguien diría que es un coche de Scalextric). Mi opción para coche eléctrico sería otra, lo mismo que en un reloj de cuarzo.
Sabido es, compañero mechanical, que la lógica nada puede contra la inspiración mística, de igual forma que la razón nada puede contra la fe.
Mucho de mística y fe hay en tu discurso, y a mi me parece bien, aunque lamentablemente no la puedo compartir, al menos no de la forma en que tu lo haces.
Siguiendo con tu ejemplo, algo sé de deportivos de gasolina, y prácticamente nada de vehículos eléctricos.
¿Cuál sería mi elección? sin nignuna duda, los dos. ¿Por qué? porque ambos me ofrecen una solución para cada necesidad. No compiten, se complementan. Y ambos pueden ofrecer la satisfaccion de un deseo, o una utilidad.
Naturalmente, tal y como entiendo tu argumentción, tú también encontrarías una esquina útil para un reloj de cuarzo; también comprendes su utilidad e incluso su adecuación para determinadas ocasiones.
Tu objeción es que Omega, paladín de la relojería mecánica, abanderado de la pureza mecánica, ose rebajarse a utilizar soluciones heréticas e impropias de su tradición. Simplemente, cuqluier marca de menos solera, sin pretensiones ni ambiciones, sería suficiente para colmar las, por otro lado, marginales necesidades cubiertas por un cuarzo. Pero Omega no debe, no puede rebajarse a eso.
Yo no sé qué ocurrirá dentro de 20 años; ni siquiera sé si estaré aquí para verlo. Lo cierto es que poco me preocupa si mi Omega de cuarzo seguirá funcionando o no, pues a determinadas alturas de la vida, uno vive el presente porque es lo que realmente importa. sin embargo si sé que en esa época, por cada reloj mecánico maravilloso, habrá 10.000 cuarzos o tecnología que los sustituya. Los mecánicos pervivirán porque habrá gente que los desee. Al menos, así lo espero yo. Pero este hecho, un total anacronismo hoy en dia y, por supuesto, en el futuro, no cambiará un ápice el hecho de que a lo más que podrán aspirar es a sobrevivir en un mundo dominado por otras soluciones, otras tecnologías.
Por eso, yo prefiero disfrutar con los bueno de ambos mundos y ser tan agnóstico en relojes como lo soy en otras cosas. Y así, disfrutar de mi Omega mecánico y mi Omega de cuarzo.
Recibe un cordial saludo!