Buah, vaya cabalgata de emociones.
Primero, alegría, porque el azul mate...
Después, miedo, por cómo explico a la que manda que un mes después de recibir el blanco, quiero comprar un reloj exactamente igual pero de otro color.
Más tarde, tristeza, ya no está disponible.
Luego, alivio, me he ahorrado una discusión.
Y todo en 30 segundos...
Necesito una Cruzcampo...