Prensa RE
Forer@ Senior
Sin verificar
Este año, Blancpain reinterpreta su tourbillon volante, el primero de su clase en integrar un reloj de pulsera cuando se estrenó en 1989. Con motivo de Baselworld, la Fábrica lo ha equipado con nuevas complicaciones, con una hora saltante y un minuto retrógrado incluidos en el modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde. Además de la excelente construcción del tourbillon, que parece flotar en el aire, esta novedad se caracteriza por su movimiento completamente decorado con guilloché y una esfera de esmalte grand feu hecha a mano en los talleres de Blancpain.
El tourbillon volante de Blancpain, totalmente fabricado in-house como todos los movimientos de la marca, es un imprescindible de la relojería tradicional desde hace casi treinta años. Su peculiaridad radica en su construcción atípica, ya que se quitó el puente superior con el fin de ofrecer una vista inigualable de los principales componentes del tourbillon. Con el nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde, Blancpain va más allá y sustituye el puente inferior por un disco de zafiro transparente. La jaula del tourbillon, su volante y su escape dan la impresión de flotar en el aire por encima de la rueda fija que está ligada al disco de zafiro.
Hasta ahora, Blancpain no había dotado a ninguno de sus relojes con una hora saltante o un minuto retrógrado. La combinación de estas dos complicaciones en esta pieza con tourbillon es, sin duda, una gran primicia. Blancpain ha elegido reagruparlos en la esfera y colocar la ventanilla de las horas sobre el contador de los minutos retrógrados. En los talleres de oficios artísticos del Brassus, la Fábrica ha puesto todo su savoir-faire técnico al servicio de la estética para fabricar una esfera de esmalte grand feu, según el método tradicional del champlevé: los artesanos empiezan por esculpir la base de oro de la esfera tallando la materia; a continuación, se aplican varias capas de esmalte con un pincel en estos sectores y se cuece en un horno a casi 800 grados. Se da el toque final a la esfera con realces de oro diamantado alrededor de la jaula del tourbillon y de la ventanilla de las horas. Finalmente, se integra el contador de minutos en la esfera confiriendo, así, profundidad a la pieza.
El movimiento también hace gala de esta atención a los detalles, con sus puentes adornados con decoración guilloché completamente realizada a mano. Gracias al cristal de zafiro, el portador también podrá admirar la famosa rueda llanta de Blancpain colocada sobre el rochete y consultar la reserva de marcha del reloj, la cual se indica mediante un disco también con decoración guilloché.
El nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde está disponible en una caja de oro rojo de 42 mm con un bisel double pomme, pudiéndose elegir entre pulsera de piel de aligátor o de metal con hebilla desplegable. Disponible también en una edición limitada y numerada de 20 ejemplares en platino.
El tourbillon volante de Blancpain, totalmente fabricado in-house como todos los movimientos de la marca, es un imprescindible de la relojería tradicional desde hace casi treinta años. Su peculiaridad radica en su construcción atípica, ya que se quitó el puente superior con el fin de ofrecer una vista inigualable de los principales componentes del tourbillon. Con el nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde, Blancpain va más allá y sustituye el puente inferior por un disco de zafiro transparente. La jaula del tourbillon, su volante y su escape dan la impresión de flotar en el aire por encima de la rueda fija que está ligada al disco de zafiro.
Hasta ahora, Blancpain no había dotado a ninguno de sus relojes con una hora saltante o un minuto retrógrado. La combinación de estas dos complicaciones en esta pieza con tourbillon es, sin duda, una gran primicia. Blancpain ha elegido reagruparlos en la esfera y colocar la ventanilla de las horas sobre el contador de los minutos retrógrados. En los talleres de oficios artísticos del Brassus, la Fábrica ha puesto todo su savoir-faire técnico al servicio de la estética para fabricar una esfera de esmalte grand feu, según el método tradicional del champlevé: los artesanos empiezan por esculpir la base de oro de la esfera tallando la materia; a continuación, se aplican varias capas de esmalte con un pincel en estos sectores y se cuece en un horno a casi 800 grados. Se da el toque final a la esfera con realces de oro diamantado alrededor de la jaula del tourbillon y de la ventanilla de las horas. Finalmente, se integra el contador de minutos en la esfera confiriendo, así, profundidad a la pieza.
El nuevo modelo Villeret Tourbillon Volant Heure Sautante Minute Rétrograde está disponible en una caja de oro rojo de 42 mm con un bisel double pomme, pudiéndose elegir entre pulsera de piel de aligátor o de metal con hebilla desplegable. Disponible también en una edición limitada y numerada de 20 ejemplares en platino.