Entiendo lo que dices, pero por poner un ejemplo, en el salón náutico de Barcelona, tienen unos días marcados para la prensa, agentes comerciales, profesionales del sector y representantes...(normalmente 3 días) y el fin de semana permiten el acceso al público. (hace años que no voy, pero antes era así, si me equivoco en algo por favor que me corrijan), por supuesto los días de acceso al publico el nivel de atención en los stands bajaba muchísimo, quedando muchos meramente como escaparates, permitiendo en muchos únicamente el acceso a las embarcaciones y una lista de precios, dependiendo de las marcas.
En caso de la Baselworld, imagino que lo que no quieren rolex ni pp y resto de marcas, es que el cliente final tenga acceso a compras y pruebas en dicha feria para que los distribuidores mantengan sus ventas y visitas a sus establecimientos, donde podrán dar un trato mucho mas personalizado acorde con el nivel de artículos que venden.
Desconozco la ganancia que esto le reportará al la organización de la feria, aunque a todas luces parece que ha de ser grande cuando esta no da su brazo a torcer... (edito para decir que me refiero el acceso al cliente final)
saludos
Creo que es un tema de "manejabilidad", sobre todo comparado con tu ejemplo: tú, como expositor, puedes dejar medio desatendido el stand si lo que muestras es un barco. Pero si lo que tienes entre manos se puede deslizar en un bolsillo con cierta (mucha) facilidad la cosa cambia. El visitante profesional (distribuidor o prensa), sin estar a salvo de nada, suelen ser más o menos conocidos por el expositor. Sobre todo porque en el 99 % de casos las citas están previamente cerradas y tiene tus datos.
Que eso no quiere decir que si uno decide que va a robar un reloj falsifique datos, se presente como periodista (como distribuidor sería mucho más difícil) y busque su oportunidad... pero suena un tanto surrealista.
Ahora, que uno que pasaba por allí con sólo haber comprado un pase de día intente darse un homenaje porque quien le atiende estornuda o se da la vuelta un momento ya es un poco más factible. Oportunidad. Aun así, hubo robos sonados en alguna marca, como Chopard. Son cosas que se cuentan por los pasillos porque la marca nunca va a admitirlo públicamente, pero se confirma cuando de un año para otro ves un incremento exponencial de seguridad en su stand.
Porque Baselworld es (todavía) una feria dedicada a relojes, pero también joyas y gemas, lo que le exige un gran plus de seguridad. Seguridad que puede mantenerse si sólo dejas que los visitantes paseen frente a los escaparates, aunque imagino que ahí cada marca decidirá qué es lo que le interesa. Por otra parte, curiosos hay muchos, y el expositor no puede discernir a priori quién es un verdadero cliente potencial. Teniendo en cuenta el coste que le representa estar en la feria, este expositor querrá maximizar la rentabilidad de su tiempo. Los clientes VIP están perfectamente identificados y previamente invitados.
Invitar VIPs es lo que ha venido haciendo el salón de Richemont (antiguo SIHH, por estrenar W&W), un modelo que los tres mosqueteros prefieren a todas luces. Eso sí, el año pasado hubo también un día para el público. No sé cómo les fue porque yo me marché el día anterior.
Por responder a tu último punto, con las enormes cifras que se manejan en ese tipo de ferias creo que la recaudación por entradas de público general no es un elemento que pueda decantar decisiones.