Gracias a Dios hay gente maravillosa a raudales, llenas de belleza, de inteligencia, de ganas de estar, ser y sentir...que hacen sentir también...de todo.
Si no fuera así, todos estaríamos enamorados de la misma persona.Ridículo.
Lo que ocurre es que la vida de algunos es más ajetreada, más movida, más propicia a conocer a muuuuuuuuuuuuuucha más gente, sin circunscribirse a un único lugar de trabajo inamovible, a un círculo de amigos del colegio o de la Universidad, a gente con la que sólo te cruzas y que sólo movilizan la vista, a una ciudad, a un único itinerario vital.Hay un mundo más amplio.
Y a medida que crece el número de personas que conoces, y, por qué no,contando con que algunas personas tienen cualidades, atractivos, o formas de ser, que a la vez aproximan a sus semejantes, más difícil es no notar la barbaridad de personas que viven por ahí enamorando a otros miles de personas, con cualidades objetivas que no dependen de, simplemente, estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, y frecuentando el roce...que hace el cariño.
Resumiendo, aunque demasiado tarde, y particularizando: tantas mujeres, tan llenas de todo lo que se necesita, tan fácil para ellas ponerme la piel de gallina, y tanta sintonia y tanta felicidad compartida...que ruboriza pensar de otra manera.
Cada uno habla de la feria como le va en ella. Y ellas hablan de la misma manera.
Ni siquiera somos capaces de amar a un solo puñetero reloj ridículo...ciego, sordo...rendido hay que estar para no encontrar un poco de infelicidad en la felicidad de un único amor, cuando la vida te ofrece/ofreció más amores, más emociones.Cuando a mucha gente has hecho sentir de esta manera, y de esta manera te han hecho sentir.