Creo que se lo que quieres decir, más o menos, amigo Zapp.
Yo tengo una colección modesta, apenas una docena de relojes mecánicos, que son los que más uso, (y otros tantos de cuarzo más algún eco-drive; éstos apenas me los pongo pero los conservo porque todos tienen un cierto valor sentimental para mí). Pero a menudo pienso
"SI TUVIERA SÓLO UN RELOJ... ¿SERÍA ÉSTE?" y miro el que en ese momento lleve en la muñeca. Y asociado a ese pensamiento me viene el sentimiento, la sensación casi olvidada de la satisfacción que da tener algo único y que
nos llena por completo al satisfacer una necesidad concreta, en este caso la de tener una máquina de ciertas características mecánicas que nos informa de la hora.
No son pocas las veces que he pensado que tener un único reloj mecánico, de los que nos gustan, añadiría a esta bonita sensación de ser aficionados a los relojes, la no menos estimulante y gratificante de sentir que tenemos
"EL RELOJ", "NUESTRO RELOJ".
Esa es -debe ser- una gratificación muy diferente de la que proporciona el coleccionismo, la acumulación de diversas piezas, pero seguramente también muy intensa. No sé si me estoy explicando...
Yo esto lo veo muy nítidamente en relación con otra afición mía; los coches clásicos. Al contrario de otros amigos y compañeros de esa afición, que o bien tienen varios o bien van cambiando un modelo por otro a lo largo del tiempo, yo sólo tengo un coche clásico y es el mismo desde hace ya casi 20 años. Es
"mi coche clásico"; es el que quería cuando me inicié en esa afición; es el que me costó casi tres años dar con él buscando por media Europa. Y cuando me doy un paseo en él algún domingo a la mañana siento que es único y que no necesito ningún otro. Tampoco se si ahora me estoy explicando pero confío en que vosotros sí me estaréis entendiendo...
Saludos.