E
Edgatk
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Pongo en vuestro conocimiento una curiosa historia que me ha ocurrido hace unos días y que me da que pensar. A ver qué opináis.
La semana pasada me acerqué a un conocido negocio del ramo para arreglar algunas plumas antiguas y, de paso, darme el capricho de comprar una Lamy 2000 en acero, ya que la de Makrolon me ha acompañado casi desde que salió -regalo de mi padre- y quería tener esta otra versión. La única condición que ponía es que fuera de punto extrafino.
En la tienda me dijeron que con ese punto habría que encargarla porque no disponían de ella y me enseñaron una de punto fino para que la probara, por si me daba igual.
Visto que no me decidía, y cuando ya dudaba si encargarla o irme, puesto que no tenían ninguna de punto extrafino (el confinamiento produce esa ansiedad de querer el objeto deseado de inmediato, y la carencia del mismo produce frustración), de la trastienda sale un empleado diciendo que ha mirado bien y que resulta que la tienen con el punto extrafino que buscaba. Me la enseña, así como la etiqueta en la que está escrito que se trata de un punto,extrafino, y la compro encantado de la vida.
Mi sorpresa viene cuando llego a casa y, al verla más de cerca, noto que tiene un color más oscuro que el acero, parecido al titanio. La examino detenidamente y veo que en la parte de arriba del capuchón pone “Lamy 50” y en la de abajo un número seguido de /5000.
La conclusión es que se trata de la Lamy 2000 Black Amber, también de acero pero con un acabado especial que la oscurece, cobrizo; una edición especial con una tirada de 5000 ejemplares, que viene a valer unos 200 euros más que la de acero color acero (valga la redundancia) que creía haber comprado.
Mi primera impresión es que se han confundido y que debo llamar rápidamente a la tienda para advertir del error, del que teóricamente salgo beneficiado -digo teóricamente porque es más cara pero no es lo que buscaba. Sin embargo, me percato de dos cosas:
- La primera es que en la etiqueta donde dice que es un punto extrafino pone “Imp. Bl.”, esto es, “Imperial Blue”, siglas que se corresponden con otro modelo de mucho menor precio, la Lamy Studio Imperial Blue. Me decido a cargar la pluma de tinta y cuando escribo veo que se trata de un punto fino, pero no extrafino (esto no lo podría jurar pero así me lo parece).
- La segunda es que el estuche que apresuradamente buscan para colocar la pluma no es ni mucho menos el estuche de lujo, con tintero, que tenía la Lamy 2000 Black Amber.
Por lo tanto, deduzco que deliberadamente me han hecho creer que tenían una Lamy de acero con punto extra fino; que para ello no han dudado en “sacrificar” otra Lamy más cara, añadiendo una información sobre el punto que no se corresponde con la realidad de la pluma, y que han dispuesto la pluma en un estuche que, tratándose de la edición especial de 5000 ejemplares, tampoco es el suyo.
Todo esto me deja perplejo y me hago las siguientes preguntas: ¿tan desesperados están por vender que no dudan en crear una apariencia de lo que no es para dar salida a un producto? ¿Tan poco valorada está la Lamy 2000 Black Amber que prefieren hacerla pasar por una Lamy 2000 de acero a secas, aun perdiendo más de un 50% de su valor? ¿No hubiera sido más honrado decirme que no tienen la Lamy 2000 de acero con punto extrafino, pero que tienen la Lamy 2000 Black Amber con punto fino, punto que tampoco difiere tanto del punto extra fino, y que si la quiero me la dejan al precio de la de acero?
Para acabar, estoy encantado con la pluma pero un poco disgustado por lo que entiendo mala praxis o poca profesionalidad de quienes me la vendieron camufladamente. Al menos no me han dado gato por liebre, sino liebre por gato: una extraña operación en la que salgo teóricamente beneficiado pero que me deja mal sabor de boca.
Tengo que volver a recoger las plumas que dejé para arreglar cuando me llamen y todavía no he decidido si comentar lo que ocurrió, o dejarlo pasar.
Y eso es todo. No sé qué os parecerá a vosotros. Gracias por leer a quienes hayáis llegado hasta aquí, un saludo cordial.
La semana pasada me acerqué a un conocido negocio del ramo para arreglar algunas plumas antiguas y, de paso, darme el capricho de comprar una Lamy 2000 en acero, ya que la de Makrolon me ha acompañado casi desde que salió -regalo de mi padre- y quería tener esta otra versión. La única condición que ponía es que fuera de punto extrafino.
En la tienda me dijeron que con ese punto habría que encargarla porque no disponían de ella y me enseñaron una de punto fino para que la probara, por si me daba igual.
Visto que no me decidía, y cuando ya dudaba si encargarla o irme, puesto que no tenían ninguna de punto extrafino (el confinamiento produce esa ansiedad de querer el objeto deseado de inmediato, y la carencia del mismo produce frustración), de la trastienda sale un empleado diciendo que ha mirado bien y que resulta que la tienen con el punto extrafino que buscaba. Me la enseña, así como la etiqueta en la que está escrito que se trata de un punto,extrafino, y la compro encantado de la vida.
Mi sorpresa viene cuando llego a casa y, al verla más de cerca, noto que tiene un color más oscuro que el acero, parecido al titanio. La examino detenidamente y veo que en la parte de arriba del capuchón pone “Lamy 50” y en la de abajo un número seguido de /5000.
La conclusión es que se trata de la Lamy 2000 Black Amber, también de acero pero con un acabado especial que la oscurece, cobrizo; una edición especial con una tirada de 5000 ejemplares, que viene a valer unos 200 euros más que la de acero color acero (valga la redundancia) que creía haber comprado.
Mi primera impresión es que se han confundido y que debo llamar rápidamente a la tienda para advertir del error, del que teóricamente salgo beneficiado -digo teóricamente porque es más cara pero no es lo que buscaba. Sin embargo, me percato de dos cosas:
- La primera es que en la etiqueta donde dice que es un punto extrafino pone “Imp. Bl.”, esto es, “Imperial Blue”, siglas que se corresponden con otro modelo de mucho menor precio, la Lamy Studio Imperial Blue. Me decido a cargar la pluma de tinta y cuando escribo veo que se trata de un punto fino, pero no extrafino (esto no lo podría jurar pero así me lo parece).
- La segunda es que el estuche que apresuradamente buscan para colocar la pluma no es ni mucho menos el estuche de lujo, con tintero, que tenía la Lamy 2000 Black Amber.
Por lo tanto, deduzco que deliberadamente me han hecho creer que tenían una Lamy de acero con punto extra fino; que para ello no han dudado en “sacrificar” otra Lamy más cara, añadiendo una información sobre el punto que no se corresponde con la realidad de la pluma, y que han dispuesto la pluma en un estuche que, tratándose de la edición especial de 5000 ejemplares, tampoco es el suyo.
Todo esto me deja perplejo y me hago las siguientes preguntas: ¿tan desesperados están por vender que no dudan en crear una apariencia de lo que no es para dar salida a un producto? ¿Tan poco valorada está la Lamy 2000 Black Amber que prefieren hacerla pasar por una Lamy 2000 de acero a secas, aun perdiendo más de un 50% de su valor? ¿No hubiera sido más honrado decirme que no tienen la Lamy 2000 de acero con punto extrafino, pero que tienen la Lamy 2000 Black Amber con punto fino, punto que tampoco difiere tanto del punto extra fino, y que si la quiero me la dejan al precio de la de acero?
Para acabar, estoy encantado con la pluma pero un poco disgustado por lo que entiendo mala praxis o poca profesionalidad de quienes me la vendieron camufladamente. Al menos no me han dado gato por liebre, sino liebre por gato: una extraña operación en la que salgo teóricamente beneficiado pero que me deja mal sabor de boca.
Tengo que volver a recoger las plumas que dejé para arreglar cuando me llamen y todavía no he decidido si comentar lo que ocurrió, o dejarlo pasar.
Y eso es todo. No sé qué os parecerá a vosotros. Gracias por leer a quienes hayáis llegado hasta aquí, un saludo cordial.