Todo empezó en el instituto, vi a un amigo escribir con pluma y me dije: "quiero eso"
Era una Pilot Murex, preciosisima.
No recuerdo mi primera pluma, pero en absoluto, seguramente era una escolar.
La segunda ya fue un regalo de mi abuela, una MB Noblesse que usé durante todo el bachillerato, COU y los dos primeros años de carrera. Lamentablemente la dejé olvidada en una bolera, apuntando los resultados. Aunque volví en cuanto me di cuenta, ya había desaparecido, nunca me lo perdoné.
Luego llegó una Christian Dior (German Iridium point), allá por el 91, con la que acabé la carrera e iba de fábula.
Ese mismo año mi madre me regaló mi primera Sirocco, marmolada verde, pero no me fue bien. El alimentador estaba mal pero por aquel entonces no sabía nada sobre reparación de plumas y por desgracia dejé el iridio en mal estado pensando que el problema era del plumín. La dejé en su caja donde ha estado durmiendo 23 años. Hace 2 años cambié el plumín y el alimentador y ahora va como un tiro
Un año después mi padre me regaló una Pelikan M205 que trajo de Munich, que aquí sigue al pie del cañón.
En el 93 salió la MB Agatha y no pude hacerme con ella, estaba estudiando y no tenía recursos... Por siempre será la espinita que tengo y cuando llegue el día, me la quitaré. Pero para eso aún no ha llegado su momento.
Esos fueron mis inicios, buenas piezas que en el 96 quedaron en el olvido hasta que recuperé mi afición y comencé a leer y leer y aprender sobre este mundillo tan apasionante. Y me asomé al sótano. Mi perdición