
Diko
Novat@
Sin verificar
Buenas tardes a todos.
Como antes de decidirme a entrar me he preocupado de comprobar un poco el “protocolo” habitual de este foro, voy a presentarme y a compartir lo poco que tengo.
Me llamo María, soy de Madrid, con mitad de familia Asturiana y mitad de familia Malagueña, la mezcla es divertida.
Siempre me han gustado los relojes, de hecho, si por alguna extraña razón me paro en el escaparate de una joyería, será para mirar relojes, pero de caballero. Me gusta llevar algo confiable y duradero. Admiro la maquinaria, cualquier maquinaria, me encantan los motores.
Mi primer reloj lamentablemente no lo conservo. Fue un Casio deportivo negro, con la esfera blanca y la numeración y las agujas en verde fluorescente. ¡Era sumergible a 30m! y doy fe de que a 30 metros no llegué nunca, pero sumergirlo lo sumergí tanto, que aunque duró lo suyo la correa se rompió y acabó en el fondo del Mediterráneo.
A los 18, mi padre me regaló otro Casio. Como mi madre insistía en que fuera un poco más de mujer, acabé eligiendo el de la izquierda. Los dos siguientes me los regaló mi marido de novios (y estoy hablando del siglo pasado). Los tres están en uso, aunque el Calypso tiene una fisura en el cristal. Somos leales compañeros y son el único complemento que uso (las joyas no son lo mío, prefiero un buen jamón).
Lo curioso es que a mi marido, que es modelo gorila, le gustan los relojes planos y sencillos (Lotus y Seiko). A mí, que abulto la mitad, me encantan los deportivos tipo buceo. Los tres de la izquierda son suyos, los de la derecha los míos.
Y ahora vienen los realmente valiosos, y no por su precio, sino porque son los de mis abuelos.
Los dos de la izquierda los del paterno, el que me enseñó casi todo lo que sé de motores, y el de la derecha el de mi abuelo materno, el que me enseñó todo lo que sé del campo. Ventajas de que no hubiera nietos varones a los que enseñarles y yo fuera una niña curiosa que preguntaba por todo. Tengo una imagen de ese reloj, visto desde abajo, en la muñeca de mi abuelo mientras me llevaba de la mano por la calle. No fue una generación de grandes lujos, cuando a su muerte mi madre repartió sus pocas pertenencias entre las nietas, yo elegí ese reloj.
*Por cierto, el Santana del medio, tiene una historia divertida, otro día la cuento.
Y como toda esta historia tiene que ver con mi hija, la pequeña, aquí están los suyos. Es igualita que su padre, pero en algo tenía que salir a mí. Son “plasticurri” comprados en cualquier sitio, pero colorido a la niña no le falta y desde pequeña le encantan los relojes.
A la mayor no le gustan los relojes, colecciona libros de ediciones raras y vinilos.
Como no puedo compartir mucho más, os voy a contar la historia que nos lleva a mi consulta. A lo mejor esta pieza, si os entretiene.
Hace unos años, posiblemente más de diez, mi suegro tuvo uno de sus alardes extraños.
Era un hombre muy celoso de lo suyo, pedirle una herramienta o un libro suponía dar todo tipo de explicaciones, pero de vez en cuando tenía salidas extrañas (a mi una vez me regaló su Arias Paz de 1967 porque sabía que me encantaba, lo conservo como oro en paño).
Un domingo de los que fuimos a comer a su casa, sin razón aparente, trajo un reloj y se lo dio a mi marido. Le dijo que lo llevara a arreglar y se lo quedara porque hacía tiempo que no lo usaba. Mi suegro tenía una buena colección de relojes y solía usarlos todos. Cuando murió, pasaron a mi cuñado el pequeño porque es el que realmente más los apreciaba e iba a poder seguir disfrutándolos.
El caso es que a mi marido los relojes deportivos no le gustan (ya habéis visto su “estilo”) y además el cristal era abombado y parecía de plástico, con lo cual pensó que poco le iba a durar “sano”. A la que le gustaba era a mí, pero la verdad es que es demasiado grande para mi muñeca y pesa un quintal.
Resultado, el reloj acabó guardado en un cajón de su despacho junto con otros “recuerdos varios” hasta la semana pasada.
Mi hija pequeña acaba de cumplir 18 y ha empezado la universidad. Este verano, se le rompió el último reloj “plastichuli colorido” que había estado llevando. Ya habíamos pensado comprarle un reloj un poco bueno por sus 18 y el inicio de la uni, uno de su estilo.
La semana pasada vino a enseñarme en el móvil un par de cosas que iba a pedir a Shein y a decirme, que no sabía si aprovechar y pedir un reloj (alguien debería calificar a la generación actual como “Generación Shein”). Y me enseña esto
Mi cabeza se fue inmediatamente al cajón.
Así que, subí, lo saqué del cajón alegrándome de que pudiera salir de su encierro y se lo enseñé a mi hija diciéndole, que había sido de su abuelo y que había que llevarlo a arreglar.
Ha sido amor a primera vista, y que fuera de su abuelo ha sido definitivo.
Como he visto que aquí importan las fotos, ahí van unas cuantas. Las he hecho un poco rápido y lo mejor que he podido con el móvil.
Tengo claro que al cajón no vuelve. Pero ahora tengo problemas con los que no contaba.
Cuando me metí en internet para buscar relojeros, acabé dando con vosotros.
Cuando busqué el modelo, acabé dando de nuevo con vosotros.
Me picó el gusanillo e intentando afinar un poco el modelo exacto y la época, indefectiblemente volví a dar con vosotros.
Leyéndoos, he aprendido más de relojes de lo que nunca hubiera imaginado, incluyendo un montón de vocabulario nuevo (y que luego digan que los informáticos utilizamos un vocabulario complicado). También he aprendido, nivel principiante, sobre la cantidad de variaciones que existen, desde luego no se aburren. Me he enamorado de algunos de los que he ido viendo, pero sigo sin encontrar el modelo exacto del nuestro.
No he conseguido encontrar ninguno con los subdiales de este (me encantan porque parecen discos de vinilo diminutos).Y, ¿si en la tapa trasera/fondo de caja figura Broad Arrow, no debería tener las agujas “broad”?.
En menuda madriguera de conejo me he metido. ¡Si he acabado viendo videos en Youtube de despiece de relojes!. No se si tengo edad para empezar a aprender sobre una maquinaria tan compleja y delicada. Lo que estoy decidida es a hacerme con algún reloj viejo y desmontarlo, con uno en uso no me atrevo, porque me ha acabado entrando el gusanillo.
Lo que me está empezando a preocupar, es que mientras curioseaba, me he dado cuenta de los precios que tienen estas preciosidades, y el reloj lo va a usar mi hija. Me ha entrado un poco de canguelo de madre, pero ya veremos como lo capeamos. Al cajón no vuelve.
Y ahora me atrevo, muy respetuosamente, a formular mi consulta.
¿Me podéis aconsejar un buen relojero en Madrid, profesional y confiable, para arreglar un Omega? y ¿algún erudito en la materia sabe algo sobre este modelo?.
Muchas gracias a todos los que le hayáis echado la paciencia de leeros esta “turra” hasta el final. Aviso que soy un poco leñazo y además pregunto incansablemente.
Un saludo a todos
Como antes de decidirme a entrar me he preocupado de comprobar un poco el “protocolo” habitual de este foro, voy a presentarme y a compartir lo poco que tengo.
Me llamo María, soy de Madrid, con mitad de familia Asturiana y mitad de familia Malagueña, la mezcla es divertida.
Siempre me han gustado los relojes, de hecho, si por alguna extraña razón me paro en el escaparate de una joyería, será para mirar relojes, pero de caballero. Me gusta llevar algo confiable y duradero. Admiro la maquinaria, cualquier maquinaria, me encantan los motores.
Mi primer reloj lamentablemente no lo conservo. Fue un Casio deportivo negro, con la esfera blanca y la numeración y las agujas en verde fluorescente. ¡Era sumergible a 30m! y doy fe de que a 30 metros no llegué nunca, pero sumergirlo lo sumergí tanto, que aunque duró lo suyo la correa se rompió y acabó en el fondo del Mediterráneo.
A los 18, mi padre me regaló otro Casio. Como mi madre insistía en que fuera un poco más de mujer, acabé eligiendo el de la izquierda. Los dos siguientes me los regaló mi marido de novios (y estoy hablando del siglo pasado). Los tres están en uso, aunque el Calypso tiene una fisura en el cristal. Somos leales compañeros y son el único complemento que uso (las joyas no son lo mío, prefiero un buen jamón).
Lo curioso es que a mi marido, que es modelo gorila, le gustan los relojes planos y sencillos (Lotus y Seiko). A mí, que abulto la mitad, me encantan los deportivos tipo buceo. Los tres de la izquierda son suyos, los de la derecha los míos.
Los dos de la izquierda los del paterno, el que me enseñó casi todo lo que sé de motores, y el de la derecha el de mi abuelo materno, el que me enseñó todo lo que sé del campo. Ventajas de que no hubiera nietos varones a los que enseñarles y yo fuera una niña curiosa que preguntaba por todo. Tengo una imagen de ese reloj, visto desde abajo, en la muñeca de mi abuelo mientras me llevaba de la mano por la calle. No fue una generación de grandes lujos, cuando a su muerte mi madre repartió sus pocas pertenencias entre las nietas, yo elegí ese reloj.
*Por cierto, el Santana del medio, tiene una historia divertida, otro día la cuento.
Y como toda esta historia tiene que ver con mi hija, la pequeña, aquí están los suyos. Es igualita que su padre, pero en algo tenía que salir a mí. Son “plasticurri” comprados en cualquier sitio, pero colorido a la niña no le falta y desde pequeña le encantan los relojes.
Como no puedo compartir mucho más, os voy a contar la historia que nos lleva a mi consulta. A lo mejor esta pieza, si os entretiene.
Hace unos años, posiblemente más de diez, mi suegro tuvo uno de sus alardes extraños.
Era un hombre muy celoso de lo suyo, pedirle una herramienta o un libro suponía dar todo tipo de explicaciones, pero de vez en cuando tenía salidas extrañas (a mi una vez me regaló su Arias Paz de 1967 porque sabía que me encantaba, lo conservo como oro en paño).
Un domingo de los que fuimos a comer a su casa, sin razón aparente, trajo un reloj y se lo dio a mi marido. Le dijo que lo llevara a arreglar y se lo quedara porque hacía tiempo que no lo usaba. Mi suegro tenía una buena colección de relojes y solía usarlos todos. Cuando murió, pasaron a mi cuñado el pequeño porque es el que realmente más los apreciaba e iba a poder seguir disfrutándolos.
El caso es que a mi marido los relojes deportivos no le gustan (ya habéis visto su “estilo”) y además el cristal era abombado y parecía de plástico, con lo cual pensó que poco le iba a durar “sano”. A la que le gustaba era a mí, pero la verdad es que es demasiado grande para mi muñeca y pesa un quintal.
Resultado, el reloj acabó guardado en un cajón de su despacho junto con otros “recuerdos varios” hasta la semana pasada.
Mi hija pequeña acaba de cumplir 18 y ha empezado la universidad. Este verano, se le rompió el último reloj “plastichuli colorido” que había estado llevando. Ya habíamos pensado comprarle un reloj un poco bueno por sus 18 y el inicio de la uni, uno de su estilo.
La semana pasada vino a enseñarme en el móvil un par de cosas que iba a pedir a Shein y a decirme, que no sabía si aprovechar y pedir un reloj (alguien debería calificar a la generación actual como “Generación Shein”). Y me enseña esto
Mi cabeza se fue inmediatamente al cajón.
Así que, subí, lo saqué del cajón alegrándome de que pudiera salir de su encierro y se lo enseñé a mi hija diciéndole, que había sido de su abuelo y que había que llevarlo a arreglar.
Como he visto que aquí importan las fotos, ahí van unas cuantas. Las he hecho un poco rápido y lo mejor que he podido con el móvil.
Tengo claro que al cajón no vuelve. Pero ahora tengo problemas con los que no contaba.
Cuando me metí en internet para buscar relojeros, acabé dando con vosotros.
Cuando busqué el modelo, acabé dando de nuevo con vosotros.
Me picó el gusanillo e intentando afinar un poco el modelo exacto y la época, indefectiblemente volví a dar con vosotros.
Leyéndoos, he aprendido más de relojes de lo que nunca hubiera imaginado, incluyendo un montón de vocabulario nuevo (y que luego digan que los informáticos utilizamos un vocabulario complicado). También he aprendido, nivel principiante, sobre la cantidad de variaciones que existen, desde luego no se aburren. Me he enamorado de algunos de los que he ido viendo, pero sigo sin encontrar el modelo exacto del nuestro.
No he conseguido encontrar ninguno con los subdiales de este (me encantan porque parecen discos de vinilo diminutos).Y, ¿si en la tapa trasera/fondo de caja figura Broad Arrow, no debería tener las agujas “broad”?.
En menuda madriguera de conejo me he metido. ¡Si he acabado viendo videos en Youtube de despiece de relojes!. No se si tengo edad para empezar a aprender sobre una maquinaria tan compleja y delicada. Lo que estoy decidida es a hacerme con algún reloj viejo y desmontarlo, con uno en uso no me atrevo, porque me ha acabado entrando el gusanillo.
Lo que me está empezando a preocupar, es que mientras curioseaba, me he dado cuenta de los precios que tienen estas preciosidades, y el reloj lo va a usar mi hija. Me ha entrado un poco de canguelo de madre, pero ya veremos como lo capeamos. Al cajón no vuelve.
Y ahora me atrevo, muy respetuosamente, a formular mi consulta.
¿Me podéis aconsejar un buen relojero en Madrid, profesional y confiable, para arreglar un Omega? y ¿algún erudito en la materia sabe algo sobre este modelo?.
Muchas gracias a todos los que le hayáis echado la paciencia de leeros esta “turra” hasta el final. Aviso que soy un poco leñazo y además pregunto incansablemente.
Un saludo a todos