Bueno, parece claro que estos dos personajes no han aportado nada positivo a la operación de compra de equipos por parte del ayuntamiento, pero eso no quiere decir que los intermediarios no hagan nada.
Por lo general, a los fabricantes no les gusta vender a través de intermediarios, obviamente, porque prefieren quedarse ese margen. Pero un intermediario debe conocer al cliente mejor que el fabricante y, por tanto, debe ser capaz de transmitirle al fabricante lo que el cliente necesita. Supervisan el producto, dan la información necesaria para que el fabricante pueda cumplir las especificaciones y suelen conseguir precios de transporte muy competitivos. Desde el punto de vista de la empresa vendedora, con el intermediario se subcontrata el servicio comercial, y desde el punto de vista del comprador, hacen la función de responsable de compras. En empresas que trabajan en campañas que duran unos pocos meses, como es el caso de algunos productos agrícolas, el intermediario realiza el trabajo de un responsable de ventas sin necesidad de contratar a alguien todo el año para trabajar unos meses.
Evidentemente, hay intermediarios que son unos incompetentes, pero estos no duran mucho porque acaban sin clientes.
De todos los países que conozco, Japón es el que tiene intermediarios más especializados y más serios. Las empresas japonesas que necesitan comprar suministros en el exterior, prefieren que un especialista externo se ocupe de realizar dicha función. Aún así, si el producto tiene algún problema de calidad, es el comprador quien debe reclamar y el vendedor el que debe responder. Cuando esto ocurre, el intermediario pierde la confianza de sus clientes, y eso ya es una pérdida importante, porque si el proveedor y el comprador se conocen, el intermediario sabe que cualquier fallo por su parte lo convierte en prescindible.
De todas formas, lo que estos dos personajes han hecho con el ayuntamiento de Madrid se resume en una frase que ellos mismos usaron: "Pa la saca." Estos no parecían tener la intención de iniciar y mantener un negocio de suministro de material sanitario, sino dar un pelotazo y olvidarse del asunto. A pesar de ello, es la persona responsable de las compras en el ayuntamiento quien debería haber comprobado la calidad de los productos adquiridos y denunciar el problema al detectarlo.
Un tema que está por ver es que alguien en el ayuntamiento haya podido enriquecerse con este asunto. Entonces estaríamos hablando de algo bastante más grave. Ya se verá.