B
burkan
Visitante
La diferencia entre los turistas y viajeros es clara. El viajero es un curioso empedernido, un observador participante que se integra al contexto y situación en la que toma el rol de actor para descubrir, sufrir y deambular por las calles que no recomiendan las guías de Turismo; visitar rincones que no han sido contaminados por la fenomenal industria sin humo del tiempo libre y las vacaciones programadas; y experimentar lo viejo, lo peligroso y lo nuevo en lo cotidiano y en lo cuasi místico de los barrios.
LA Boca es conocida en el mundo entero por Caminito, los artistas, el Tango, las casas de colores y el fiero malevaje que pupula en sus adoquines bicentenarios.
Es solo correrse del foco armado para para que todo parezca lindo y exótico y zambullirse en los viejos y destartalados bares de la zona, donde la gente común trabajadora sin casi nada que le sobre salvo el orgullo y el amor por Boquita ( único cuadro de Fútbol con diminutivo ) come y charla y se ríe....
Entramos al Rivera Sur mirando el enorme boquete del techo, el olor a comida casera, a alma de bodegón. El restaurant se autocita como " cocina autóctona ". debe ser nomás. Porque una bonaerense no termina nunca de entender a los porteños. Que son raros, la verdad. En la carta hay milanesas, guisos, pastas caseras amasadas allí mismo, carne al horno con papas, empanadas y pizza de muzzarella.
Mi pareja dijo que el vino era bueno ( de damajuana fraccionado en pingüinos de medio litro ) , las hamburguesas se dejaron comer bien. Gastamos unos 10 euros en medio litro de vino, soda y agua y las dos HAMURGUERS LA BOCA STYLE.
Hay que ir. Porque son experiencias que acumulan millas en la vida. Mi alma en su unánime apostolado agourmet lo recomiendan.
Pasen y vean....
LA Boca es conocida en el mundo entero por Caminito, los artistas, el Tango, las casas de colores y el fiero malevaje que pupula en sus adoquines bicentenarios.
Es solo correrse del foco armado para para que todo parezca lindo y exótico y zambullirse en los viejos y destartalados bares de la zona, donde la gente común trabajadora sin casi nada que le sobre salvo el orgullo y el amor por Boquita ( único cuadro de Fútbol con diminutivo ) come y charla y se ríe....
Entramos al Rivera Sur mirando el enorme boquete del techo, el olor a comida casera, a alma de bodegón. El restaurant se autocita como " cocina autóctona ". debe ser nomás. Porque una bonaerense no termina nunca de entender a los porteños. Que son raros, la verdad. En la carta hay milanesas, guisos, pastas caseras amasadas allí mismo, carne al horno con papas, empanadas y pizza de muzzarella.
Mi pareja dijo que el vino era bueno ( de damajuana fraccionado en pingüinos de medio litro ) , las hamburguesas se dejaron comer bien. Gastamos unos 10 euros en medio litro de vino, soda y agua y las dos HAMURGUERS LA BOCA STYLE.
Hay que ir. Porque son experiencias que acumulan millas en la vida. Mi alma en su unánime apostolado agourmet lo recomiendan.
Pasen y vean....
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