Sigo con dos de las marcas más creativas o, mejor, imaginativas, del panorama.
Hermés, ya lo dije, se ha ganado a pulso su presencia en el universo relojero. No sólo porque ya estaba ahí desde hace muchos años encargando relojes a marcas reputadas como Universal Geneve, sino porque en estos últimos años se ha convertido en socio de Vaucher Manufacture y trabaja codo con codo con Agenhor, un creador independiente de calibres que hacer realidad las fantasías poéticas de Hermés. Este Horas del Mundo satelital es un buen ejemplo de ello.
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Y qué decir de Max Busser y su gente. Da toda la sensación de que se lo pasen bomba haciendo lo que hacen, y si encima les sale bien comercialmente hablando consiguen la cuadratura del círculo. Si aplicamos tópicos, el Sequential-Evo tiene, para mí, cierta connotación femenina: aquí lo principal es disfrutar de la belleza mecánica, mientras que ver la hora se convierte en secundario. Y técnica tiene un rato.
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El GPHG ha ampliado sus miras, y por primera vez ha concedido premios a la relojería gruesa ("mechanical clock"). No me paré mucho en ellos (aunque debería haberlo hecho) porque después de ver el "pongo" de Van Cleef and Arpels me quedé un tanto noqueado y casi me pierdo una exquisitez como esta de Miki Eleta, que parece haberse ido sofisticando con el tiempo. La máquina en la base y un cardan que anima todo el conjunto, desde el baile de los planetas por el zodiaco al péndulo. No sé cómo no ganó.
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Eleta es de alguna forma heredero de esos grandísimos relojeros hoy casi anónimos del siglo XVIII. Uno de ellos, Antide Janvier, es el responsable de algunas de las máquinas más exquisitas que se hayan hecho. Y si bien la fama la tiene Breguet (enorme comerciante además de enorme relojero) hay cosas y-y nombres-que deben ser reivindicadas.
Por ejemplo esta pieza para mí indescifrable más allá del semanario es del mismo Breguet:
No la entiendo, pero me parece fascinante que se pudieran ejecutar trabajos de semejante precisión con las herramientas disponibles. Como este planetario, con su torre del reloj y las almenas atestadas de mecanismos:
Podéis llamarme paranoico, pero esos soportes radiales que sujetan los distintos discos perimetrales me recuerdan mucho al sistema que usa el M.A.D. 1 de Busser para los tambores de las horas y los minutos.
Este que sigue es precisamente de Janvier. Hay poca literatura digital sobre él, y casi todo lo que se puede encontrar es en papel. Maestros como F. P. Journe o Vianney Halter lo han homenajeado con algunas de sus creaciones. Por cierto, Janvier fue el descubridor de la resonancia aplicada a la relojería. Era un genio como la copa de un pino, algo que demostró con sólo 15 años al presentar una esfera astronómica ante sus maestros. Su único error (conocido) fue ser relojero real de Luis XVI, lo que le acarreó desprestigio y cárcel durante la Revolución Francesa. Tuvo que vender parte de sus maravillas a... Louis Abraham Breguet, que las revendió como propias.
Y estas han sido todas las fotos "ponibles" del Rath. A continuación un bonus track de lo que vimos paseando por Ginebra.
Un raro escaparate con la marca Gerald Charles, fundada por Genta después de vender su propio nombre a Bulgari y ahora explotada por sus herederos. Con ese diseño de caja (y esos precios) yo le veo mal futuro...
¿Sabías que los Victorinox pueden ser Barbies?
No saqué más fotos de una tienda que lo merecía. Como anécdota -al menos en España- su horario de cierre al mediodía es de 12 a 14...
También hay compraventas. A precios suizos
Una gozada para la vista, en todo caso
Aunque más gozada es poder pasear por el centro sin tener la sensación de que te van a arrancar el brazo en cada esquina
Ahora sí. Esto fue todo. Habrá que repetir...