MANC
Forer@ Senior
Sin verificar
Supongo que para los que visitan este foro sí hay futuro, pero ¿y para el resto?
Todo esto viene a raíz de un hecho real que me sucedió la semana pasada en uno de los juzgados de esta región a donde había ido a defender un Informe Pericial.
Al final del juicio me quedé a firmar (ahora ya no es obligatorio). Todos firmaron con bolígrafo, excepto yo que lo hice con una Legacy I (tinta Bleu des Mers du Sud, la favorita de Víctor).
- El Juez: Vaya, Ud. es de los pocos que aún utilizan estilográficas. ¿No son muy sucias?
- Yo: Bueno Señoría. Hay más gente que escribe con pluma y yo los conozco. A mí las plumas nunca me han dado ningún problema y las vengo utilizando desde el bachillerato (Kaweco), hasta la carrera (5 años con una Sheaffer Imperial Triumph negra).
- La Secretaria: ¡Uy! Yo no sabría ni como cargarlas y menos escribrir con ellas...
- Abogado de la parte demandante: Yo siempre escribo con bolígrafo (Montblanc). Mis padres me regalaron una Montblanc gorda (sic) al acabar la carrera, pero era un engorro: siempre que escribía con ella me manchaba los dedos con tinta...
- Abogado de la parte demandada: Eso mismo me pasaba a mi con mi Montblanc, por eso yo sólo utilizo boli (también Montblanc, of course).
Nos fuimos de la sala y, de vuelta a mi despacho, empecé a pensar en el futuro de las estilográficas.
Oí una noticia hace poco, no sé donde, en la que se decía que a los niños se les iba a proveer de tabletas electrónicas para escribir, conectadas inalámbricamente con un encerado, también electrónico. Para ellos utilizarían una especies de punteros (como los romanos hace 21 siglos). ¿Qué pasaría -pensé- con la escritura manual con pluma si éstos son unos instrumentos desconocidos para las generaciones que nos siguen?
Supongo que la escritura manual y con pluma quedará relegada para una pequeña élite que disfruta sólo con escuchar el rasgado de la plumilla sobre el papel, junto con el olor de éste y el de la tinta. Pero la mayoría, los que ven Sálvame (con todos mis respetos)...
Y, dándole más vueltas a mi cabeza, mientras me dirigía a coger el coche, pensé: ahora entiendo a los fabricantes de estilográficas el poqué de esta ansiedad por lanzar Ediciones Limitadas en mayor cantidad que ediciones normales: han de vender estilográficas como sea, si no, con la gente que escribe hoy con pluma muchas tendrían que cerrar, porque las EL tienen bastantes ventajas sobre las ediciones normales:
- Van dirigidas a un segmento de la población de alto poder adquisitivo, que se puede permitir el lujo de gastarse 1000 € sin pestañear en una pluma (lo que una familia utiliza para comer, pagar la hipoteca y vestirse durante un mes).
- Van dirigidas a coleccionistas a los que se les crea la necesidad de comprarlas (tengo que tener la Lorenzo, como sea) por el hecho de tenerlas en su vitrina (la mayoría no las usa).
- Se venden mejor que las ediciones normales equivalentes por el hecho de decir que son limitadas: Si una edición limitada se pusiera a la venta en la misma cantidad que la limitada (exactamente igual) pero sin decir que era limitada, seguro que se vendería mucho menos. Algunas no llegarían a venderse ni la quinta parte.
- No tienen porqué escribir bien. De hecho algunas escriben de forma nefasta (experientia dixit) aunque nunca se dice (ni en Pen World, ni en Stylus, en ningún sitio).
Llegué al CI donde tenía el coche aparcado y me acerqué a Papelería...¡qué birria de exposición de estilográficas! (quién te viera y quién te ve...). Ni siquiera estaban las últimas novedades de plumas como Waterman o Parker (¿hay otras marcas?) Bueno sí, Cross y Dupont tienen sus stands independientes (pero estas son marcas que a mí no me interesan)
Cuando ya iba en el coché pensé, ¡hombre! con las plumas que tengo me pueden durar 100 vidas más...pero, y las generaciones venideras ¿sabrán lo que es una estilográfica?
Viendo lo que veo el futuro es para llorar. Y Vosotros ¿qué pensáis?
Perdonad este tocho de ideas y elucubraciones inconexas, y mis desviaciones hacia las EL, pero es que les tengo manía.
Saludos,
P.S: Se nota que esta mañana no tenía gana de hacer nada en casa...
Todo esto viene a raíz de un hecho real que me sucedió la semana pasada en uno de los juzgados de esta región a donde había ido a defender un Informe Pericial.
Al final del juicio me quedé a firmar (ahora ya no es obligatorio). Todos firmaron con bolígrafo, excepto yo que lo hice con una Legacy I (tinta Bleu des Mers du Sud, la favorita de Víctor).
- El Juez: Vaya, Ud. es de los pocos que aún utilizan estilográficas. ¿No son muy sucias?
- Yo: Bueno Señoría. Hay más gente que escribe con pluma y yo los conozco. A mí las plumas nunca me han dado ningún problema y las vengo utilizando desde el bachillerato (Kaweco), hasta la carrera (5 años con una Sheaffer Imperial Triumph negra).
- La Secretaria: ¡Uy! Yo no sabría ni como cargarlas y menos escribrir con ellas...
- Abogado de la parte demandante: Yo siempre escribo con bolígrafo (Montblanc). Mis padres me regalaron una Montblanc gorda (sic) al acabar la carrera, pero era un engorro: siempre que escribía con ella me manchaba los dedos con tinta...
- Abogado de la parte demandada: Eso mismo me pasaba a mi con mi Montblanc, por eso yo sólo utilizo boli (también Montblanc, of course).
Nos fuimos de la sala y, de vuelta a mi despacho, empecé a pensar en el futuro de las estilográficas.
Oí una noticia hace poco, no sé donde, en la que se decía que a los niños se les iba a proveer de tabletas electrónicas para escribir, conectadas inalámbricamente con un encerado, también electrónico. Para ellos utilizarían una especies de punteros (como los romanos hace 21 siglos). ¿Qué pasaría -pensé- con la escritura manual con pluma si éstos son unos instrumentos desconocidos para las generaciones que nos siguen?
Supongo que la escritura manual y con pluma quedará relegada para una pequeña élite que disfruta sólo con escuchar el rasgado de la plumilla sobre el papel, junto con el olor de éste y el de la tinta. Pero la mayoría, los que ven Sálvame (con todos mis respetos)...
Y, dándole más vueltas a mi cabeza, mientras me dirigía a coger el coche, pensé: ahora entiendo a los fabricantes de estilográficas el poqué de esta ansiedad por lanzar Ediciones Limitadas en mayor cantidad que ediciones normales: han de vender estilográficas como sea, si no, con la gente que escribe hoy con pluma muchas tendrían que cerrar, porque las EL tienen bastantes ventajas sobre las ediciones normales:
- Van dirigidas a un segmento de la población de alto poder adquisitivo, que se puede permitir el lujo de gastarse 1000 € sin pestañear en una pluma (lo que una familia utiliza para comer, pagar la hipoteca y vestirse durante un mes).
- Van dirigidas a coleccionistas a los que se les crea la necesidad de comprarlas (tengo que tener la Lorenzo, como sea) por el hecho de tenerlas en su vitrina (la mayoría no las usa).
- Se venden mejor que las ediciones normales equivalentes por el hecho de decir que son limitadas: Si una edición limitada se pusiera a la venta en la misma cantidad que la limitada (exactamente igual) pero sin decir que era limitada, seguro que se vendería mucho menos. Algunas no llegarían a venderse ni la quinta parte.
- No tienen porqué escribir bien. De hecho algunas escriben de forma nefasta (experientia dixit) aunque nunca se dice (ni en Pen World, ni en Stylus, en ningún sitio).
Llegué al CI donde tenía el coche aparcado y me acerqué a Papelería...¡qué birria de exposición de estilográficas! (quién te viera y quién te ve...). Ni siquiera estaban las últimas novedades de plumas como Waterman o Parker (¿hay otras marcas?) Bueno sí, Cross y Dupont tienen sus stands independientes (pero estas son marcas que a mí no me interesan)
Cuando ya iba en el coché pensé, ¡hombre! con las plumas que tengo me pueden durar 100 vidas más...pero, y las generaciones venideras ¿sabrán lo que es una estilográfica?
Viendo lo que veo el futuro es para llorar. Y Vosotros ¿qué pensáis?
Perdonad este tocho de ideas y elucubraciones inconexas, y mis desviaciones hacia las EL, pero es que les tengo manía.
Saludos,
P.S: Se nota que esta mañana no tenía gana de hacer nada en casa...