Se me ocurre que, tal vez podrias telefonear a tu ya, antiguo amigo, para hacerle creer que le haras una visita en su propio domicilio, para tratar de arreglar las cosas. Ya sabes; "pelillos a la mar". Pero, nada mas lejos de la realidad. Cuando tu antiguo amigo te reciba en su morada, podrias rogarle que te disculpe, e ir a su cuarto de baño con el pretexto de aliviarte. Pero en lugar de eso, introducirias por su vater un petardo de esos grandes; nada de medias tintas. Un petardo que casi no quepa por el orificio del vater. De mecha larga, o tal vez, algun tipo de temporizador para que de esta manera, puedas buscar por la residencia de tu nuevo enemigo, la habitacion del precoz delincuente. Una vez que la hayas encontrado, podrias comprobar si usa algun tipo de videoconsola de esas. Una vez localizada, solo queda arrojarla con fuerza a traves de la ventana mas proxima, (este abierta la ventana o no). Podrias poner la guinda al pastel, si encuentras el balon que el pequeño cabroncete uso para asesinar tu preciado botijo, y con un pedazo bien afilado de este, lo dejes clavado en la pelota de ese delincuente en potencia.
Despues de salir de la habitacion, solo quedaria abandonar el edificio con sigilo, y esperar que el petardo alojado en el vater de tu antiguo amigo haga el resto.