G
glu
Milpostista
Sin verificar
Hace unos días recibí mi nuevo reloj mecánico, otro "low cost" chino, la versión de esfera blanca del Goer "militar". El reloj ya lo conocía ya que hace algo más de un mes que disfruto (literalmente) de la versión de esfera negra, un reloj baratísimo, razonablemente preciso y que para mi gusto es un verdadero regalo para la vista cada vez que uno mira la hora, o hace como que la mira. Es bastante fácil de encontrar en eBay y su precio no suele superar los 20 euros puesto en casa; a mi me costó 13, transporte incluído.
El reloj objeto de éste mensaje me imagino que debe ser de aparición bastante reciente, de momento no es tan fácil de ver por eBay como su hermano de gama, la verdad es que cuando encontré el anuncio de venta no me lo pensé mucho, fue un verdadero flechazo.
Goer es una marca de relojes baratos bastante curiosa. Sölo produce relojes mecánicos que suelen caracterizarse por llevar dos segunderos (son muy prácticos para un año plagado de profecías milenaristas, como éste 2012) y por sus diseños extremos: o son recargados, horteras y excesivos hasta decir «basta» o son de una calidad estética por la que más de un suizo vendería su alma al diablo. Y de propina, también se dedicana a hacer curiosos experimentos de relojería genética, como una serie de submariners de goma de colores vivos (al estilo de los Marea y los Calypso) pero con movimiento automático y esfera esqueletizada, unos pelucos de verano inclasificables, francamente simpáticos y a precio de cuarzo patatero, imprescindibles para los amantes de los perros verdes.
El Goer militar blanco, pertenece al segundo grupo, el de los diseños logrados de verdad.
Suelo preferir las esferas negras a las blancas, y dentro de las blancas, si no son esmaltadas o porcelanizadas, mejor las de tonos marfil a los blancos neutros, pero tratándose de un reloj económico, el blanco está bien.
Recibo el reloj y la primera sorpresa al abrir el paquete: dentro viene una caja forrada con un papel oscuro y discreto y en su interiorva el reloj puesto en un pequeño cojín, un detallazo insólito en éstas gamas. Segunda sorpresa: las fotos del anuncio eran algo engañosas puesto que la esfera no es realmente blanca, sino de un muy muy tenue y precioso color marfil.
El reloj viene con una correa muy resultona de Ecocodrilo, es decir, de cocodrilo ecológico, o sea, de auténtica piel de cocodrilo de plástico. La calidad no parece como para tirar cohetes, pero quien no se conforma es porque no quiere: al menos será resistente al agua.
En contra de la moda de relojes descomunales, éste tiene unas medidas que sin ser pequeñas, resultan bastante contenidas:38mm. que se agradecen cuando, como en mi caso, se anda un poco escaso de muñeca, o simplemente cuando no se quiere exhibir un reloj, sino llevarlo sin más.
Delfondo (roscado, con la maquinaria vista) no hice fotos porque es tan bonito por el lado de la esfera que ni me acordé. Pero vamos, lleva el mismo calibre que todos los Goer, un automático corriente y moliente de peluco barato.
La esfera es muy clara y legible, agujas (de lumen infame) pintadas con un azul metálico muy logrado y el doble segundero, imprescindible para que cuando el 21 de diciembre de 2012 lleguen el desdoblamiento del tiempo debido a la entrada en el cinturón fotónico de las Pléyades no nos hagamos un lío interdimensional. Si es que los relojeros chinos están en todo.
...Y aquí lo tenemos al lado de la más popular versión de esfera negra. Éste venía con correa de cocodrilo negro, hasta que encontré en un bazar un reloj de señora con un diseño que hacía daño a la vista, pero con una bonita milanesa por cuatro euros y la aproveché para jubilar al Ecoco.
Los controles de calidad en éstos relojes me temo que brillan por su ausencia: el negro vino sin el índice de las 10, aunque tal vez no sea un fallo de fabricación, casi me inclino a pensar que es un complemento para el doble segundero interdimensional: en el lugar del índice hay un agujero negro justo encima del número diez, que corresponde exactamente con la alineación del Sol y el centro de Alcyon en el día del fin de los tiempos: todo encaja.
La esfera tiene un ligero relieve en cuadrícula, mucho más vistoso al natural.
...y el clon en negativo de la misma textura.
Inspirado por los mensajes ocultos de los segunderos y las esferas, empiezo a prepararme para el salto al cinturón fotónico ensayando un bucle espacio temporal: voy a intercambiar el espacio donde se anclan las correas en un recorrido secuencial por el tiempo (es decir, primero una y luego la otra). Éste es el resultado:
¡Qué bonitos quedan! Parece que la milanesa estuviera hecha para el blanco, y el negro con el Ecocodrilo marrón está impresionante.
La milanesa de reflejos metálicos azulados acentúa el tono marfil de la esfera... ya no la va a mover de ese reloj así lo digan las profecías de los Mayas. O de las mallas (de alambre),
Y en cuanto al negro, queda tan hamiltonesco con esa correa y tan interdimensional con su agujero negro a las 10, que así se va a quedar hasta el fin del mundo (total, tres meses pasan pronto...)
Han quedao más bonicos que un San Luis de barro. Y elegantes y operativos como pocos, oiga, que el cambio de ciclo galáctico no es ninguna tontería y hay que tener un peluco a la altura.
Y ahora viene cuando la matan a ella: ¿Cómo queda puesto?
Pues dentro de lo obvio que es que no podría ganarme la vida posando como modelo de antebrazos y que tengo el mismo perímetro de muñeca desde los trece años y que encima se me olvidó hacerme la cera para las fotos... pues queda de bien como muy pocos relojes de su gama.
Resumiendo un poco: si se busca una obra maestra de precisión e ingeniería, es una máquina decepcionante. Pero si lo que se quiere es un reloj de tamaño y peso contenidos, que no parezca ni un despertador ni una chincheta, con un diseño sobresaliente, buena legibilidad, razonable precisión, automático y, a su manera, de informal elegancia y sólo se dispone de un presupuesto de 13 euros, creo sinceramente que no se puede pedir más.
...Y si además estamos inmersos en el proceso planetario de tránsito dimensional, todo fluirá con más armonía si tenemos cerca nuestro Goer militar con segundero de despliegue espaciotemporal. Recomendado por Nostradamus, San Malaquías, los chamanes Hopi y el Chilam-Balam de Chumayel.
El reloj objeto de éste mensaje me imagino que debe ser de aparición bastante reciente, de momento no es tan fácil de ver por eBay como su hermano de gama, la verdad es que cuando encontré el anuncio de venta no me lo pensé mucho, fue un verdadero flechazo.
Goer es una marca de relojes baratos bastante curiosa. Sölo produce relojes mecánicos que suelen caracterizarse por llevar dos segunderos (son muy prácticos para un año plagado de profecías milenaristas, como éste 2012) y por sus diseños extremos: o son recargados, horteras y excesivos hasta decir «basta» o son de una calidad estética por la que más de un suizo vendería su alma al diablo. Y de propina, también se dedicana a hacer curiosos experimentos de relojería genética, como una serie de submariners de goma de colores vivos (al estilo de los Marea y los Calypso) pero con movimiento automático y esfera esqueletizada, unos pelucos de verano inclasificables, francamente simpáticos y a precio de cuarzo patatero, imprescindibles para los amantes de los perros verdes.
El Goer militar blanco, pertenece al segundo grupo, el de los diseños logrados de verdad.
Suelo preferir las esferas negras a las blancas, y dentro de las blancas, si no son esmaltadas o porcelanizadas, mejor las de tonos marfil a los blancos neutros, pero tratándose de un reloj económico, el blanco está bien.
Recibo el reloj y la primera sorpresa al abrir el paquete: dentro viene una caja forrada con un papel oscuro y discreto y en su interiorva el reloj puesto en un pequeño cojín, un detallazo insólito en éstas gamas. Segunda sorpresa: las fotos del anuncio eran algo engañosas puesto que la esfera no es realmente blanca, sino de un muy muy tenue y precioso color marfil.
El reloj viene con una correa muy resultona de Ecocodrilo, es decir, de cocodrilo ecológico, o sea, de auténtica piel de cocodrilo de plástico. La calidad no parece como para tirar cohetes, pero quien no se conforma es porque no quiere: al menos será resistente al agua.
En contra de la moda de relojes descomunales, éste tiene unas medidas que sin ser pequeñas, resultan bastante contenidas:38mm. que se agradecen cuando, como en mi caso, se anda un poco escaso de muñeca, o simplemente cuando no se quiere exhibir un reloj, sino llevarlo sin más.
Delfondo (roscado, con la maquinaria vista) no hice fotos porque es tan bonito por el lado de la esfera que ni me acordé. Pero vamos, lleva el mismo calibre que todos los Goer, un automático corriente y moliente de peluco barato.
La esfera es muy clara y legible, agujas (de lumen infame) pintadas con un azul metálico muy logrado y el doble segundero, imprescindible para que cuando el 21 de diciembre de 2012 lleguen el desdoblamiento del tiempo debido a la entrada en el cinturón fotónico de las Pléyades no nos hagamos un lío interdimensional. Si es que los relojeros chinos están en todo.
...Y aquí lo tenemos al lado de la más popular versión de esfera negra. Éste venía con correa de cocodrilo negro, hasta que encontré en un bazar un reloj de señora con un diseño que hacía daño a la vista, pero con una bonita milanesa por cuatro euros y la aproveché para jubilar al Ecoco.
Los controles de calidad en éstos relojes me temo que brillan por su ausencia: el negro vino sin el índice de las 10, aunque tal vez no sea un fallo de fabricación, casi me inclino a pensar que es un complemento para el doble segundero interdimensional: en el lugar del índice hay un agujero negro justo encima del número diez, que corresponde exactamente con la alineación del Sol y el centro de Alcyon en el día del fin de los tiempos: todo encaja.
La esfera tiene un ligero relieve en cuadrícula, mucho más vistoso al natural.
...y el clon en negativo de la misma textura.
Inspirado por los mensajes ocultos de los segunderos y las esferas, empiezo a prepararme para el salto al cinturón fotónico ensayando un bucle espacio temporal: voy a intercambiar el espacio donde se anclan las correas en un recorrido secuencial por el tiempo (es decir, primero una y luego la otra). Éste es el resultado:
¡Qué bonitos quedan! Parece que la milanesa estuviera hecha para el blanco, y el negro con el Ecocodrilo marrón está impresionante.
La milanesa de reflejos metálicos azulados acentúa el tono marfil de la esfera... ya no la va a mover de ese reloj así lo digan las profecías de los Mayas. O de las mallas (de alambre),
Y en cuanto al negro, queda tan hamiltonesco con esa correa y tan interdimensional con su agujero negro a las 10, que así se va a quedar hasta el fin del mundo (total, tres meses pasan pronto...)
Han quedao más bonicos que un San Luis de barro. Y elegantes y operativos como pocos, oiga, que el cambio de ciclo galáctico no es ninguna tontería y hay que tener un peluco a la altura.
Y ahora viene cuando la matan a ella: ¿Cómo queda puesto?
Pues dentro de lo obvio que es que no podría ganarme la vida posando como modelo de antebrazos y que tengo el mismo perímetro de muñeca desde los trece años y que encima se me olvidó hacerme la cera para las fotos... pues queda de bien como muy pocos relojes de su gama.
Resumiendo un poco: si se busca una obra maestra de precisión e ingeniería, es una máquina decepcionante. Pero si lo que se quiere es un reloj de tamaño y peso contenidos, que no parezca ni un despertador ni una chincheta, con un diseño sobresaliente, buena legibilidad, razonable precisión, automático y, a su manera, de informal elegancia y sólo se dispone de un presupuesto de 13 euros, creo sinceramente que no se puede pedir más.
...Y si además estamos inmersos en el proceso planetario de tránsito dimensional, todo fluirá con más armonía si tenemos cerca nuestro Goer militar con segundero de despliegue espaciotemporal. Recomendado por Nostradamus, San Malaquías, los chamanes Hopi y el Chilam-Balam de Chumayel.