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Reloj AVIONICA Edición Especial "The Red Baron". El combate aéreo en la Gran Guerra

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Reloj AVIONICA Edición Especial "The Red Baron". El combate aéreo en la Gran Guerra

AVIONICA Edición Especial Manfred Von Richthofen. El "Barón Rojo" y los combates aéreos en la Gran Guerra

Este de hoy, amigos, es un hilo que no tenía previsto hacer y que he preparado muy rápido por circunstancias especiales, que no son otras que este interesante modelo de AVIONICA, en su Edición Especial dedicada al mítico piloto de la I Guerra Mundial, el "As de Ases" Manfred Von Richthofen, creo que tiene muchos visos para ser la base de un proyecto que tenemos en marcha en el Foro, un reloj clásico "flieger" conmemorativo de los 100 años de la Aviación Militar española, que se cumplen el próximo año 2011.
Ver el hilo al respecto en: https://relojes-especiales.com/thre...0-años-aviación-española-para-el-foro.151031/

Interesaba pues dar a conocer con bastante detalle este modelo y, ya puestos, no me he podido resistir a contar algo, no solo del protagonista de este modelo que ya daría de sobra para más de un libro, si no de ese capítulo tan olvidado, poco conocido y lleno de gallardía y heroicidades como fueron los inicios del combate aéreo.
En este hilo, además de mostrar al detalle el reloj y hablar un poco de las hazañas del Barón, voy a contar cómo fueron los inicios de aquellos combates, cómo se vivió esa Guerra desde el cielo y cómo eran aquellos chalados que, a caballo entre la heroicidad y la inconsciencia, se subían cada día en aquellas máquinas infernales que, incluso de vez en cuando, volaban.


El Reloj y los combates aéreos de la I Guerra Mundial

Presentación del reloj

Lo primero que llama la atención de esta edición especial de AVIONICA no es ni tan siquiera el reloj, es su lujosa presentación que, lejos de ser las habituales a las que estamos acostumbrados en las gamas bajas de relojes, es acorde a lo que suele acompañar un reloj de marca de prestigio y gama alta. Juzgad vosotros mismos:
La caja exterior, de cartón duro blanco con acabado "lacado", es de base cuadrada y tiene unas generosas dimensiones (acordes al interior) de casi 20x20 cm. siendo su altura de 11 cm. Viene personalizada para la Edición Especial.

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Retirando la tapa, aparece el frontal abatible y una protección acolchada para la caja interior. También se encuentra ahí el librito con las instrucciones y garantía del reloj y algo muy interesante y poco visto en relojes: un breve pero bien confeccionado librito con la historia del "Barón Rojo", dibujos a color de los aviones que voló, anécdotas, citas y una explicación de los símbolos y detalles de la esfera.

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Dentro se encuentra la verdadera "caja", de madera de muy buena calidad (excelente, diría yo) en color caoba e igualmente personalizada en su interior. En esta imagen, con el reloj en su interior, se puede apreciar en su medida el tamaño de la caja y el lujo de la presentación en general.

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El nacimiento de la aviación de combate

En aquel verano de 1914, cuando la vieja Europa era un polvorín lleno de antorchas, la aviación era un hecho que aún no había cuajado en el ámbito castrense. En tierra el combate seguía viéndose como movimientos de masas de infantería, devastadores bombardeos de artillería, sin duda el arma que más había evolucionado y todavía con el empleo a gran escala de la caballería como elemento de exploración, reserva y persecución.
Pero el aeroplano estaba ahí y comenzó a ser utilizado, muy tímidamente desde luego y con muchas reticencias por parte de la alta oficialidad que, no olvidemos, se había formado militarmente en batallas casi aún al viejo estilo napoleónico. Recordemos que los conflictos previos más significativos fueron, entre otros, la Guerra de Crimea (con la famosa Carga de la Brigada Ligera en Balaklava), la Rebelión de los Boxer en China (lo de la célebre película "55 días en Pekín") y la Guerra Ruso - Japonesa (Batalla de Port Arthur y batalla naval de Tsushima).
La principal virtud del avión, lejos de pensar aún en armarlo, era de una obviedad aplastante: volaba y ello le permitía moverse libremente por el interior de las líneas enemigas, fisgar con relativa impunidad y descubrir los movimientos del enemigo. Ese fue su primer cometido, la observación. Se cuenta la anécdota de que un alto oficial, creo que francés, llegó a decir no se sabe hasta qué punto en serio o de guasa, que el aeroplano "solo podría servir para espantar los caballos del enemigo".

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Sin embargo los mandos militares, que solo veían al avión como un chivato de la trastienda del enemigo, no contaron con otro elemento clave existente en todo avión: el piloto. Hay que ponerse en la piel de aquellos tipos. Todos eran oficiales de tierra y alguno de marina, la mayoría eran de caballería ya que, se decía, unos individuos capaces de subirse a un caballo podrían hacerlo en cosas mucho peores. Pero en definitiva eran soldados, muy fogosos y aguerridos y con una pizca de indisciplinados. No iban a estarse quietos limitándose a dar vueltas sobre el frente sin combatir. Pronto comenzaron a intentar agredirse unos contra otros en los cada vez más frecuentes encuentros de esos aviones dedicados a observación. Al principio se tiroteaban mutuamente con pistolas y con fusiles con resultados nulos. Otros, sin duda más imaginativos, metieron en su cabina ladrillos con el objetivo de situarse encima del contrario y lanzarle el "arma arrojadiza" y se llegó al sumun del ingenio cuando el posteriormente famoso piloto ruso Kazakov, llegó a enganchar el ancla de una pequeña embarcación a su aeroplano pensando en "pescar" de esta manera a algún incauto alemán. Sobra decir que todos los resultados de estas ingeniosas tácticas fuero absolutamente nulos.
El Morane de Kazakov con su imaginativo artilugio.

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Otros, con más sentido común, vieron que si desde un avión se podían tirar ladrillos, igual se podía tirar alguna bomba y así se realizaron las primeras misiones de bombardeo de la Historia. Los alemanes con los frágiles Etrich "Taube" (Paloma), que hacía honor a su nombre con su peculiar forma de ave, comenzaron a bombardear París, unas veces con unas pequeñas bombas de menos de 1 kilogramo lanzadas a mano (absolutamente inútiles) y otras con octavillas de propaganda. A su vez los británicos realizaron la primera misión coordinada como tal de bombardeo estratégico, cuando cuatro aviones despegaron de Amberes con el objetivo de bombardear los hangares de dirigibles (esta era una amenaza que se consideraba muy seria) de Düseldorf. El resultado.... de los cuatro aviones solamente uno encuentra el objetivo y arroja sus cuatro bombas, solo una acierta en el objetivo y.... no estalla.

El Etrich "Taube"
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Sin embargo el éxito acabaría llegando y se produciría el primer combate aéreo y el primer derribo. Fue el 5 de octubre de 1914 y el protagonista un avión Voisin, el nº 89 de la Escuadrilla francesa V-24. Ese día el Voisin se encuentra volando sobre Reims. Lo pilota el sargento Frantz y lleva como observador y tirador al mecánico Quenolt. Llevaban tiempo planeando el asunto y habían montado una ametralladora en el morro del Voisin ya que el aeroplano francés tenía la hélice en su parte trasera. Es en ese día que descubren un avión alemán de reconocimiento, un Aviatik, que rutinariamente hace su vuelo de observación sobre el frente. Se lanzan hacia él siendo recibidos a tiros de fusil por el observador germano. Transcurre una sucesión de evoluciones hasta que tras 15 minutos de "combate" el francés consigue alcanzar al piloto alemán haciendo que su avión caiga sin control estrellándose.

El Voisin francés:
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Y el Aviatik alemán:
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Los franceses volvieron llenos de júbilo aunque no sé muy bien si fueron realmente conscientes de la nueva era que acababan de inaugurar.


El reloj en detalle

El reloj es de un claro estilo "flieger" clásico. La caja es de acero pulido sin bisel giratorio y con un excelente grado de acabado. Trae una correa de cuero marrón de bastante buena calidad si se compara con las de otros modelos de precio similar y de tamaño 22/20. La corona es la clásica esférica o "de cebolla". Las dimensiones de la caja son intermedias, con 43,5 mm de diámetro. Además, al no tener bisel giratorio, la esfera es relativamente grande, lo que hace que en apariencia pueda parecer de tamaño mayor. Por contra es un modelo bastante plano. La altura de la caja es de tan solo escasos 12 mm, lo que le confiere un aspecto elegante y le hace muy apropiado como reloj "de vestir".

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La esfera es negra con los motivos propios de la edición Especial: a las 9 el frontal del famoso triplano Fokker Dr I, último avión utilizado por Richthofen, a las 6 la máxima condecoración alemana de la época, la "Pour le Mérite"; instaurada por el Emperador Federico II de Prusia (Federico "El Grande") en 1.740, también era conocida coloquialmente como el "Blauer Max" ("Blue Max" en inglés) o "Max Azul". Este sobrenombre le viene, por un lado de su color predominante, el azul, y el "Max" de que su primer receptor fue el famoso As y gran piloto Max Immelmann. Otra curiosidad adicional es que la leyenda estuviera en francés. La explicación es que en los tiempos del Gran Emperador el idioma utilizado por la nobleza, las clases pudientes y los dignatarios era precisamente el francés, siendo considerado vulgar y propio de gente no leída la utilización de lenguas locales.

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A las 3, al lado del calendario, encontramos la Cruz de Malta, emblema de la aviación alemana en la I Guerra Mundial (y en la actualidad) y debajo la leyenda "Manfred von Richthofen - The Red Baron".
Los numerales de horas van en luminova blanco, al igual que las agujas que, en mi opinión, tienen un acertado diseño. También lleva una escala secundaria de minutos. Como única pega se me ocurre que quizás el frontal del avión se debiera haber hecho ligerísimamente más pequeño, sobre todo por el hecho de que el famoso triplano, precisamente por su propia configuración, era un avión alto con sus tres planos y de escasa envergadura.

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El fondo es visto con la leyenda grabada: Pour le Mérite - ACES HIGHT Collection - The Red Baron - MANFRED VON RICHTHOFEN - AVIONICA - SWISS MADE. Aunque no lo indica en el grabado del fondo, la resistencia al agua es de 5 ATM - 50 m.

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Detalle del movimiento 2824-2 en calidad estándar y del grabado del rotor: Logotipo de AVIONICA y la inscripción TWENTY FIVE - 25 JEWELS SWISS MADE.

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Sucesión de inventos

Tras aquel combate de Frantz y Quenolt se sucede una escalada de pequeños inventos y sucesivas mejoras en los aviones, en las técnicas y, sobre todo, en las armas. El objetivo, no obstante, sigue siendo el mismo: enviar aviones de observación, evitar que el enemigo los derribe y derribar si se puede los del enemigo. Cada mejora, en realidad pequeñas mejoras, proporciona una ventaja al bando innovador que permitía un tiempo de total dominio, hasta que era copiada y mejorada por el contrario, o contrarrestada por otra innovación más eficaz.
El primer gran invento viene del campo francés. Los biplanos de observación son lentos y el segundo tripulante, con sus armas, introduce un peso extra a la vez que la potencia ofensiva es bastante limitada. La idea del monoplaza armado de ametralladoras automáticas ronda la cabeza de los diseñadores en ambos bandos y está claro que la posición ideal para ellas es el morro del avión, de tal manera que baste con dirigir el avión adecuadamente hacia el objetivo para asegurar una óptima puntería. Hay sin embargo un problema técnico irresoluble: ¿Cómo disparar a través de las hélices? Surgen varias soluciones: la primera fue blindar las caras interiores de las palas de las hélices para evitar que las balas las destrozaran. No funcionó ya que, en primer lugar más de la mitad de la munición salía rebotada hacia cualquier parte, incluida la cabeza del sufrido piloto y, a la postre, los sucesivos golpes y algún proyectil incrustado en las palas causaban desequilibrios en la hélice y graves daños en el motor.
Son, como decía, los franceses quienes dan con la clave al conseguir, mediante un sistema mecánico de enclavamiento, que la ametralladora solo dispare entre las palas de la hélice, sencillo, primitivo y con muchos fallos pero aún así eficaz. Este dispositivo se instaló por vez primera en el Morane Saulnier pilotado por el gran Roland Garros.
El 1 de abril de 1915 Garros volaba por el noroeste de Francia cuando divisó un Albatross alemán de reconocimiento y se lanzó a por él. Para el alemán era un poco más de lo mismo, media vuelta hacia las líneas propias mientras el observador sacaba su fusil dispuesto a darle el recibimiento habitual al francés. Sin embargo había algo que no cuadraba. El avión francés no tenía observador, ni se veía arma alguna... cuando el alemán recibió la primera ráfaga lo entendió todo, pero demasiado tarde. El Albatross se incendia y con ese peligroso y temible compañero cae al suelo.
El combate de Garros.
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La escalada sigue. Después de poco más de un mes de dominio absoluto, Garros debe aterrizar en emergencia con el motor de su Morane parado, pero lo hace tras las líneas alemanas. Para Roland queda el cautiverio y para el avión el taller de Fokker, que estudia el mecanismo y puede que lo copiara o no (Anthoni Fokker afirmaría que en ese momento él ya había desarrollado ese mismo mecanismo), pero lo cierto es que lo mejora notablemente y lo instala en un avión absolutamente novedoso, su nuevo avión monoplano Fokker E-I o Fokker "Eindecker", en alemán, monoplano.

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El resultado fue terrorífico... para los aliados. Tal fue la superioridad del pequeño y frágil monoplano armado con una única ametralladora "Spandau" que al período de meses siguientes desde su aparición se le denominó "The Fokker Scourge" o "El Azote de Fokker".
A partir de ahí siguieron continuas mejoras, réplicas y contrarréplicas de ambos contendientes. A la aparición del Sopwith Triplane los alemanes respondieron con el Fokker Dr I, y así sucesivamente hasta la llegada de los mejores aviones de combate que surcaron los cielos al final de la guerra: los Sopwith Camel, el Spad XXIII, el Albatross D V, el Bristol F.2 Fighter, el SE 5A y el Fokker D VII, este último sin duda el mejor avión de todos y de más pulcra construcción, siendo el primero en no necesitar riostras para la sujeción de los planos. Baste citar, como detalle de la calidad de este último, que una de las primeras exigencias de los aliados tras el armisticio fue la entrega inmediata de todos los aviones D VII.

Fokker D VII
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SPAD XIII del Capitán “Eddie” Rickenbacker, as de la caza norteamericano.
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Sopwith Camel
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Albatross
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Bristol F.2 Fighter
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SE 5A
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Grandes detalles y calidades

En general el reloj tiene un acabado general y unos detalles muy buenos. Es cierto que visto solo "desde arriba" puede aparecer algo "soso" por su carencia de bisel estriado, pero el detalle de su perímetro ligeramente acanalado, su escasa altura y, sobre todo, el gran detalle del contorno de la caja al estilo del canto de una moneda le hacen un reloj muy bello. Por añadidura las asas, con sus pasadores de tornillo, le dan un aspecto sumamente elegante a la vez que añaden un detalle más de calidad.
Esta es sin duda una perspectiva que cambia por completo la imagen del reloj:

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El contorno de la caja y detalle de la corona:

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La parte posterior las asas:

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La correa ya dije que es de bastante buena calidad. El cuero, de color marrón oscuro (muy similar al del cuero de Breitling) viene cosido con hilo blanco. Tiene cierre ardillón y la hebilla viene grabada con el logo de la firma.

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Caballeros, héroes, villanos... o sencillamente hombres

¿Cómo eran aquellos pilotos de combate? Lo primero es que probablemente encontremos muchas diferencias entre la forma de ser de los grandes ases convertidos en mitos y casi leyendas: Richthofen, Udet, Böss, Goering, Immelmann, Boelcke, Udet, Rickenbacker, Navarre, Guynemer, Mannock, Roy Brown, Fonck, Garros, Bishop, Nungesser, Baracca, Kazakov y tantos otros y los pilotos anónimos que llegaban, volaban y morían a diario.

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Para éstos la vida no era tan placentera como pueda parecer y a veces se pinta, sobre todo en el cine. Se habían alistado como pilotos por ese punto de riesgo, temeridad y aventura que ha tenido y tiene la aviación. Volar, sentirse por encima del suelo, de los demás, ha tenido siempre un atractivo especial, máxime en aquella época en la que despegar del suelo estaba reservado a tan pocos. Salían a volar con emoción y con miedo. Miedo a que el motor se parara o a que en una maniobra se les desprendiera un ala, cosas que ocurrían con demasiada frecuencia. Miedo al enemigo, a las balas, a combatir contra unos veteranos cuando ellos habían llegado con apenas unas horas de vuelo y, sobre todo al fuego. Morir abrasado en la cabina provocaba un miedo atroz a los pilotos y muchos llegaron a saltar de sus aviones incendiados. Hay que pensar que en aquella época no existía el paracaídas. Solo al final de la contienda lo empezaron a utilizar los alemanes y se dice, por ejemplo, que Richthofen lo llevaba en su último vuelo, aunque no le sirvió de mucho.
También miedo al frío, a las duras condiciones en las cabinas abiertas de unos aviones de tela y madera, por supuesto sin calefacción y, en invierno, con temperaturas cercanas a los 20º bajo cero. Pavor a las condiciones meteorológicas, casi impredecibles en aquella época, con tormentas y niebla que podían resultar fatales en unos aviones que iban sin apenas instrumentación.
Frente a ellos, los grandes ases han entrado en la leyenda por pleno derecho. Sus costumbres, supersticiones y manías, sus bravuconadas y sus heroicidades han traspasado la pura Historia. Hay muchísimas anécdotas que les retratan.
Como aquel combate en el que el célebre as alemán Ernst Udet pilotaba su Albatross enzarzándose con un Spad francés. El combate, pese a que Udet desplegaba sus mejores habilidades, no se terminaba de resolver hasta que, en un momento dado, a Udet se le encasquillan las "Spandau" de su avión. No tiene nada que hacer y, en lugar de dar media vuelta y escapar, contrariado y fuera de sí se levanta en su cabina y se dedica a aporrear inútilmente las culatas de sus armas con los puños cerrados, ignorando totalmente al enemigo. El francés se da cuenta de lo sucedido y ve a Udet absorto en su furia, pero en lugar de rematarle se sitúa en paralelo y le hace gestos de llamada, Udet le ve y le contesta, se saludan militarmente y se vuelven cada uno a su campo. Udet terminaría la Guerra con 62 victorias y llegaría a General, participando en la Segunda Guerra Mundial. El francés era Georges Guynemer, el "Gran Guynemer", héroe francés que desaparecería sin dejar rastro tras un combate rutinario habiendo conseguido 52 derribos.

Ernst Udet
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Georges Guynemer
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O los habituales retos a "singular combate" en los que pilotos contendientes se retaban en un duelo aéreo, como si se tratara de caballeros medievales, hecho que acabó prohibido en ambos bandos
También están todas las anécdotas de sus juergas, fiestas y excesos. Eran hombres que salían a combatir pensando que no iban a volver y solo vivían el presente. No debería extrañar que Albert Ball, piloto británico aficionado al tenis, saliera a volar en verano ataviado con un perfecto y pulcro traje de tenista, tras jugar un partido. O que se cuente que a nada más y nada menos que Boelke (40 derribos) e Immelmann (15 victorias y maestro de la caza) se les viera cierto día descender de sus Fokker ojerosos, maldiciendo a determinadas señoritas de un local próximo de dudosa reputación y... en pijama.
Famosos son también los franceses Nunguesser (43 victorias) y Navarre (12 derribos), ambos amigos y amantes de la juerga. Nunguesser fue herido varias veces y necesitaba ayuda para subir a su aeroplano, pero se rumoreaba que era más bien debido al alcohol etílico que a sus dolencias.
Navarre era un caso aparte. Militar impecable al principio de la Guerra, acabó alternando su pulcro uniforme con los más variados excesos. En una ocasión llegó de madrugada al campo de vuelo a bordo de un descapotable y acompañado de dos señoritas. Vestía frac y sombrero de copa y como no le daba tiempo a cambiarse, tal como estaba se subió al avión, tambaleándose y ayudado de sus dos amigas. Como el sombrero se le caía, una de las chicas le prestó una de sus medias y con ella se anudó el sombrero. Así combatió ese día y como no le fue mal, conservó lo de llevar una media de mujer anudada al cuello a partir de entonces.

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Su muerte es un claro ejemplo de cómo vivieron estos aviadores. Con el final de la guerra se organizó un gran desfile en París, por los Campos Elíseos, en el que iban a participar representantes de todas las Armas, Cuerpos y Naciones contendientes. La incipiente aviación, la Aéronautique Militaire, fue invitada a participar pero a pie, negándosele su derecho a que sus aviones y pilotos lo hicieran desde el aire. Aquella afrenta irritó tanto a los aviadores que decidieron realizar un gesto de insubordinación, que no fue otro que durante el desfile uno de sus aviones realizara una pasada por el interior del Arco de Triunfo. Era lo que se dice "una machada" y fue Navarre quien se encargó de hacerlo. Durante una de las pasadas Navarre calculó mal, su avión rozó el Arco y se estrelló. Así acabó sus días, de esta manera tan estúpida, uno de los ases de la Primera Guerra Mundial.


Las comparaciones

Para darnos una idea de cómo es el reloj Edición Especial Manfred von Richthofen vamos a compararle con otros modelos conocidos.
Con el Seiko Monster. Son de similares dimensiones, aunque el Monster parece más grande debido a que está más alto por efecto del armis.

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Con el Laco Pilot. Dos auténticos "flieger" lado a lado. Aunque el Laco parece ligeramente más grande lo cierto es que son de dimensiones muy similares. Quizás es el efecto de la mayor superficie del dial lo que hace que el Laco parezca mayor.

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Junto a un viejo conocido, el Breitling Navitimer 125 Anniversaire.

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Y ahora para comparar el grosor de las cajas, una interesante comparativa: arriba el AVIONICA Crono Edición Ala 12 (caja bastante alta), la Edición Richthofen (centro) y el Breitlin Navitimer 125 abajo.

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El mítico Barón

Mucho se ha hablado y escrito sobre el Barón Rojo, por lo que procuraré solamente hablar de alguno de sus aspectos más curiosos, dejando las enciclopedias y los libros especializados para aquellos que sientan mayor curiosidad.

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Como muchos de sus contemporáneos, Richthofen se inició militarmente como oficial de caballería y, con el estallido de la Guerra, marchó destinado al frente ruso. Al contrario de la Segunda Guerra Mundial, el frente ruso resultó muy sencillo de controlar para los alemanes y allí el joven Manfred languidecía con su unidad en una situación de escasa actividad. Era un gran aficionado a la caza y amaba la actividad, el riesgo y la emoción del combate por lo que, no se sabe muy bien por qué, el caso es que se alistó en la aviación ocupando un puesto de observador en la incipiente aviación del Kaiser. Allí tuvo sus primeros combates ametrallando a la infantería rusa desde su aeroplano.
Sin embargo hubo un suceso crucial en la vida de Richthofen cuando tuvo un encuentro fortuito con Oswald Boelcke. No se sabe de qué hablaron pero el resultado fue que de inmediato Richthofen pasó a formar parte del Jasta 2, la Unidad de Boelcke, y comenzó su historia como piloto.
Hay muchísimas anécdotas sobre su vida y carrera. Se le han atribuido cualidades y defectos contradictorios: impulsivo, retraído, tímido, paranoico... lo cierto es que la guerra cambia a las personas y la cita diaria con la muerte transforma al individuo. Es verdad que tenía varias manías, pero eso era algo común a todos los pilotos. Tenía obsesión por las victorias aéreas, por la perfección del combate y sin duda fue un líder carismático cuando estuvo al frente del Jasta 11, el "Circo", la Unidad de élite creada tras el "Abril Sangriento" de 1917.

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El "Circo" reunió bajo su mando a varios Ases y muy buenos pilotos, convirtiéndose en una unidad de élite que se trasladaba continuamente actuando en los puntos más conflictivos. El nombre le vino por el color dado a los aviones. En aquella época no había directrices de pintura ni doctrina de camuflaje y muchas veces era preferible que se supiera quién era uno que pasar desapercibido. Eran unos tiempos donde volar sobre cualquier línea de trincheras podía significar volver con el avión agujereado, pues la fiel infantería tenía la costumbre de disparar primero y preguntar si era "nuestro o de los otros" después.
Richthofen tomó la decisión de pintar los aviones del Jasta de colores llamativos, para que fueran fácilmente reconocidos y los pilotos enemigos supieran con quién se las estaban viendo. Él mismo pintó su avión de color rojo y, a partir de entonces, fue cuando recibió del enemigo el apodo de "Barón Rojo".

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También se ha dicho que no fue un buen piloto, como Immelmann o Udet y puede ser cierto, pero lo que no cabe duda es que tenía instinto de cazador y una sangre fría asombrosa, lo que unido a su buena puntería le permitía obtener sus derribos con unas pocas ráfagas de sus ametralladoras. En el combate aéreo un buen porcentaje de la victoria está en la decisión de actuar y en no dejarse llevar por los nervios y en esto Richthofen sin duda era maestro.

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Todo el mundo asocia a Manfred von Richthofen con el triplano rojo, su Fokker Dr I, sin embargo aunque fue el avión en el que consiguió sus últimas victorias y con el que encontró la muerte, el mayor número de ellas lo consiguió con el Albatross D III, un buen avión, ligero rápido y maniobrable que dio muchos quebraderos de cabeza a los aliados.

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Aunque en alguna ocasión se ha tratado al personaje de Richthofen con algún punto de crueldad, sobre todo en el cine de entreguerras, la verdad es que a su muerte los aliados le rindieron honores militares y su féretro (su avión cayó tras las líneas aliadas) fue llevado a la tumba, a hombros y con todos los honores, por un grupo de pilotos británicos. Muchas de las Escuadrillas aliadas guardaron ese día un minuto de silencio en honor del As de Ases caído.

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El “Circo Volante”
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Epílogo

Ya hemos llegado al final. Esta vez no ha habido maravillas tecnológicas, aviones supersónicos ni radares de capacidades impresionantes. Solo ha habido máquinas endebles pilotadas por grandes hombres y una historia, a veces graciosa a veces triste y sobre todo muy poco conocida.
Ya para terminar una última imagen del reloj

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Gracias a todos por vuestra atención y hasta la próxima.


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https://relojes-especiales.com/thre...pecial-edition-berkut-el-sukhoi-su-47.150176/
 
Última edición por un moderador:
¿Esto qué es, un artículo de la wikipedia?
 
Otro HILAZO con mayúsculas...que placer leerte compañero...el reloj me gusta, pero espero que me guste aun más el del foro.
 
No, es un post impresionante!! ...como ya es habitual en los post de Peterhansel...
Personalmente, la caja y "bisel" del reloj no me gustan mucho, pero he de admitir que tal y como lo presenta Peterhansel, todo el conjunto mejora mucho...
Gracias por el post compañero!!
slds
 
MagnÍfico post peterhansel. InteresantÍsimo.
 
vaya pedazo de hilo,en cuanto al reloj me chirria la esfera y el fondo visto..muy moderno no??
 


Este de hoy, amigos, es un hilo que no tenía previsto hacer y que he preparado muy rápido por circunstancias especiales

Menos mal que lo has preparado rápido8o8o

Impresionante documento te has marcado....:clap::clap:

Felicidades,ah..........y vaya joya de reloj....

Salud
 
Me parece perfecto.
El hilo del Baron Rojo y el boceto del reloj.
Y has aclarado algo que es muy importante en la historia de la tecnologia aeronautica: El descubrimiento del sistema de sincronización helice/ametralladoras, fué inventado por Roland Garros y no por Fokker, como habitualmente se hace creer
Gracias Juanjo, porque te lo curras.
 
Última edición:
Impresionante hilo. ¿Cuánto tiempo se invierte para preparar y realizarlo? Y digo invierte porque luego tiene un alto beneficio en el reconocimiento unánime del Foro. Un gran trabajo de recopilación e investigación sobre el tema.
Por otro lado el reloj me parece precioso. :clap::clap::clap:........ :worshippy::worshippy::worshippy:
 
  • #10
8o8o8o8o8o8o8o8o8o8o8o8o8o8o

MENUDA PRESENTACION

:drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool::drool:

GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
 
  • #12
Impresionante hilo. ¿Cuánto tiempo se invierte para preparar y realizarlo? Y digo invierte porque luego tiene un alto beneficio en el reconocimiento unánime del Foro. Un gran trabajo de recopilación e investigación sobre el tema.
Por otro lado el reloj me parece precioso. :clap::clap::clap:........ :worshippy::worshippy::worshippy:


La verdad es que este foro es un gustazo, contar con compis así, :ok:: ... eso un gustazo, no tiene precio
 
  • #13
Estupendo post. He disfrutado un montón con todo: la historia, el reloj, tus explicaciones....
A ver qué tal queda "nuestro" reloj.
Una vez más, enhorabuena.
Un abrazo
 
  • #14
Buah, pedazo de post, vaya currada que te has pegado compañero. ;-)
Me parece raro ver el "5" en la ventana tan descentrado, cuando el reloj tan solo marca las 7 o las 19, el cambio de fecha suele empezar a realizarse bastante mas tarde ¿no? ::Dbt::
 
  • #15
Impresionante Peterhansel, además he aprovechado para remirar tus posts anteriores.

Me encantan. :ok::
 
  • #16
Un placer disfrutar de otro de tus magníficos hilos, muchas gracias. :ok:: :clap::clap::clap::clap::clap:
 
  • #17
Estupendo post!!!
Un placer como siempre aprender de ti.
Un reloj muy bonito.
Un saludo
 
  • #18
¡¡Soberbio!!
¡Qué bien lo he pasado leyendo este magnífico hilo!

Muchas gracias y saludos.
 
  • #19
Como siempre magnifico.
Hay que encuadernar todos tus post.
 
  • #20
Magnifico post ¡¡viva la información!!
Gracias.
 
  • #21
Espectacular!:......menudo hilo que te has currado compañero!.....mi más sincero agradecimiento por el esfuerzo y enhorabuena por el reloj!
Saludos!
 
  • #22
Bravo, bravo y bravo :clap: :clap: :clap:
¿Qué más se puede decir?

Muchas gracias Juanjo por estos posts tan currados y sobre todo amenos
Brindemos por ello (con cerveza ¿bávara?) :Cheers:
 
  • #23
Mi querido Juanjo, otro más que te agradece el hilo. Peaso hilo, by the way :D

Como todos los anteriores, éste me lo he leído en un pis-pás. Tienes la facilidad de hacer ameno lo que en los libros de historia puede resultar un verdadero ladrillo :yes:

Tu post es de lo más entretenido y didáctico, eres un narrador excelente. :worshippy:

Te agradezco el tiempo dedicado y tu aviso para no perdérmelo, ¡qué grande ere pisha!

Del reloj, mejor no digo nada... bueno sí, que me gusta más el Navitimer 125 y el Aviónica Crono Ed. Ala 12 (más que nada porque me agradan los flieger más mazacotes :umbrella:).

Un fuerte abrazo campeón y cuídate. :friends:
 
  • #24
Un hilo espectacular, mucha información en espacio reducido además de un review más que suficiente del Avionica Richthofen.
Gracias por el trabajo.

Saludos
 
  • #25
vamos es ver que has colgado un nuevo hilo y ir para alla. a nivel de los que nos tienes (mal)acostumbrados. y eso que no lo has preparado ;-)
bonito reloj, aunque prefiero los fliegers mas limpios de diseño. pero desde luego se han currado la presentacion de la pieza. felicidades por el reloj y miles de gracias por el hilo.
por cierto ¿que tan comoda es el armix, olongapo, del 125? es que ultimamente me ha picado lo de los olongapos pero me da miedo que no me sirva despues para nada. disculpa y gracias de nuevo. ciao
 
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